Eva Perón

La película argentina "Eva Perón" de Juan Carlos Desanzo, me gusta más que "Evita" de Alan Parker, aunque son totalmente diferentes y las puedo disfrutar cada una por lo que vale. La primera como musical y la segunda por su mucha mejor aproximación al drama histórico.

Prefiero mucho más a Esther Goris que a Madonna, pues Esther da una aproximación a la Eva real mucho mejor y también me gusta más el Perón de Victor Laplace, que el de Jonathan Pryce.

Las dos explican a su manera el comienzo de Eva cuando murió su padre Juan Duarte y al ir al entierro en Chivilcoy ser repudiados al ser considerados bastardos por la familia legítima. Sin embargo, si lees la web oficial de la familia, dicen que todo eso no entienden como lo han escrito varios biógrafos de Eva, pues las dos familias se llevaban bien.

Las dos películas son de estilos tan diferentes que creo que no se deberían de comparar. La primera al dedicarse a toda la biografía de Eva y ser un musical, tiene que recoger a la fuerza muchos fragmentos y tratarlos con brevedad, si bien no se desaprovecha ningún momento para, a través de las letras, poner su intencionalidad particular de crítica feroz en la presentación de la historia. La segunda, como sólo se dedica a los dos últimos años de la vida de Eva Perón con algunos "flash backs" de su vida anterior, bien en imágenes, bien contenidos dentro del diálogo, puede darse el lujo de recrearse más en algunas escenas.

Las dos contienen licencias cinematográficas y se prodría decir que a través de la versión de Madonna se pueden ver aspectos de la Eva Perón triunfante, antes de que el cáncer la minase, en cambio, a través de Esther Goris, se aprecia mejor la parte final de su vida, con unas expresiones de dolor que realmente hacen sentir lo mismo al espectador.

Para mí, después de leídas una veintena de biografías de todas las opiniones, es más real y certera la visión presentada en la película dirigida por Juan Carlos Desanzo que la de Alan Parker y desde luego, la interpretación de Ester Goris es genial.

Corre el mes de marzo de 2007 y debido a mi trabajo, estoy hospedado en el hotel Alvear Palace de Buenos Aires. Es mi dia de descanso y voy a un videoclub. Ahí consigo la película “Eva Perón” hace años, me parece que la vi. Es un filme ciertamente deprimente. Con una actriz que se esmera en su papel, me doy cuenta de cómo la gente por estas tierras extraña y aun recuerda a esta mujer. Acá en Buenos Aires. Todavía le lloran. ¿Será acaso que fue como un ídolo? ¿Será inmortal como Pedro Infante en tierras aztecas? Después de ver el filme platiqué con un amigo en la cafetería del hotel y me relató esta historia referente al filme:

“En 1996, en Jamaica, mientras estaba en la finca de un viejo ejecutivo de United Fruit
Company, aficionado al baccarat. Platicábamos de los años en que había estado en Guatemala y en Rep. Dominicana durante las terribles dictaduras. De sucesos como el asesinato de Somoza. Y entonces le comente que acaba de ver una película de Juan Carlos Desanzo. En la que una actriz me había gustado sobre todo la forma en que dio vida al personaje de Evita Perón. Se trataba de Esther Goris. Una película muy galardonada por los “Ches”. Le pregunte al viejo ejecutivo llamado por cierto Karim, ¿Qué le había parecido el filme, si es que lo había visto?
-Recuerdo que a la muerte de Evita, yo fui enviado a sacar del país a Juan Domingo Perón, luego del bombardeo. –Dijo Karim- yo conocí muy de cerca a Evita, yo era su guardaespaldas. Y si vi la película. Cualquier película sobre esta mujer es realmente un homenaje a un ser que cumplió su misión en esta vida, a pesar del duro lastre de su enfermedad. Prefiero a esta película sobre de la que interpreto Banderas y Madonna. Aunque esta última resulte más “espectacular”. Te puedo decir que en mi tiempo que fui asignado a protegerla de sus múltiples enemigos. Demostró gran disposición. Pero era una mujer muy sola. Más que nada tenía miedo al enemigo invisible. A la depresión. Un demonio que ningún escolta ahuyenta. Ella quiso morir así. Es respetable. El valor que muestra la talentosa Goris al interpretar a Evita, es una fortaleza que necesitamos desde dentro. Por eso Evita dice: ¡No llores más por mi Argentina!”

Thetan de Rocel 1996

No me gustó. Mas allá que los hechos presentados en la película, puedan o no ser absolutamente ciertos, me parece todo de un enorme exceso. Empezando por Esther Goris que está ínsoportable en el papel de Evita, merece el premio mayor a la peor actuación. Nunca fué una actríz brillante, es cierto, pero en otros films y programas de televisión no estaba tan mal. Pero acá de verdad que se pasó de rosca y está peor que nunca. Se mató de hambre para lograr estar delgadísima como Evita en sus últimos meses de vida. Pero parece que nadie le explicó a la Goris que más allá del parecido físico, está el arte de saber ínterpretar. Y mucho más aún a un míto, como lo fué esta gran mujer. Hay momentos de la película que son vergonzosos y hasta provoca risa ver tanto exceso intrerpretatívo. Todo lo demás en el film se desdibuja, aunque se nota que el director tenía buenas intenciones de contar la vida de ésta mujer tan polémica. Pero sin una protagonista eficiente lo demás no tiene sentido.

Juan Carlos Desanzo hace un trabajo correcto pero un tanto anodino con la figura de la otrora diva política argentina.
Bajo una mirada aparentemente objetiva el director cae en el ensalzamiento de una figura casi beatificada, pero de profundas contradicciones.

A pesar de una visión un tanto glorificada la película es más que respetable y se deja ver aunque le falta un toque para ser una buena película histórica.

Como argentino es prácticamente imposible ser objetivo con Eva Perón, no se puede ser neutral, todos los que nacimos acá y más o menos nos interesa la política sabemos quien es y tenemos nuestra opinión sobre su persona.
Creo que la historia con todo y que se hizo para contrarrestar el musical de Alan Parker, y más para revindicar la figura de Evita, tiene sus méritos, sobre todo en cuanto a descripción del personaje, mostrando sus enormes contradicciones, sus defectos, su visión fanática y totalitaria de la política, maniquea, incapaz de reconocer en el otro más que a un enemigo, una persona profundamente resentida, combativa, soberbia, que creía ser la única responsable del bienestar de los pobres.
Tenia una visión emocional de la política, la vivía con sus entrañas, era una líder de un carisma increíble, y así la retrata la película, aunque las escenas donde tiene que dar discursos en el balcón sean las más fallidas, quizás porque son las más documentadas en la vida real, por lo que quedan insulsas y falsas en comparación a las del archivo.
Interesante también el retrato de su relación con Perón, si bien tenía un amor casi devoto por él, a veces lo desafiaba porque lo sentía tibio, para su forma de ver la política totalmente binario, aunque siempre se replegó ante él, algo lógico porque como el mismo Perón decía: él la había hecho. De paso se muestra que Eva tenia una visión intuitiva de la política, ya que no contaba con ninguna formación, sumado a su juventud es entendible que se dejara llevar por la pasión y la furia, que desconfiara de todos los que no fueran obsecuentes con ella.
Desanzo hace un trabajo correcto, un melodrama con toques de épica hasta donde el presupuesto le da.
Lo mejor: las interpretaciones, a algunos les pueden resultar exageradas, pero es que así eran Eva y Perón, seres verborrágicos, viscerales.
No está del todo lograda la visión que tiene de los contrarios, los caricaturiza.
Es entretenida, ágil a pesar de su duración.
La musicalización es mala.
Pero dentro de las películas que se han hecho sobre la vida de Eva, creo que esta es la más decente.