Reboot (Serie de TV)

Vivimos una época en la que parece que escasean las ideas en la fábrica de ficciones, y se dedican a reiniciar series de otras épocas: en algunas intentando mantener la esencia de la original, pero con actualizaciones (más o menos acertadas); otras cambiando totalmente y dejando tan sólo los nombres de los protagonistas; y luego las situaciones intermedias entre los dos extremos. Se me ocurren:
- Aquellos maravillosos años
- Madres forzosas (de Padres forzosos)
- Cómo conocí a tu padre (de Cómo conocí a vuestra madre)
- Las escalofriantes aventuras de Sabrina (de Sabrina, cosas de brujas)
- Aquellos maravillosos 90 (por estrenar, de Aquellos maravillosos 70)
- Los protegidos: el reencuentro
- Gossip Girl
- Roswell, Nuevo Mexico (de Roswell)
- El internado: las cumbres
- Salvados por la campana
- Will y Grace
- Socios y sabuesos
- ...

Así que aquí se han planteado hacer una serie sobre el reinicio de una serie que fue un fenómeno en los 90.
Y la verdad es que, si bien no es una serie desternillante, ni de un ingenio brutal, si que se deja ver:
- Por un lado, tenemos el choque entre el humor que se estilaba en las sitcoms de los 90, y el humor que se da ahora, y cómo intentar combinarlos
- Por otro lado, ver el funcionamiento entre bastidores. Como cuando ves el “Making of” de una serie o película.

Me gustaría que fuese un poco más ácida, ya que, en cuanto al tipo de humor, tira más hacia el amable y edulcorado que se estilaba en los 90. Y creo que también pierden la oportunidad de, usando el humor, hacer algo de denuncia.

Pero es cierto que hay un momento en el que uno de los personajes explica al espectador que la serie que hacen lo único que intenta es que la gente pase un buen rato tras un día asqueroso en un mundo asqueroso, sin más pretensiones que sacar algunas risas fáciles o desconectar. Y es lo mismo que consigue esta serie.

Repito, no es una gran serie de la que no puedas despegar la vista o te encanten los diálogos súper ingeniosos. Pero para pasar un rato y desconectar, sirve.

Estoy terminando el último capítulo, y seré sincera: si no la renuevan, no lo voy a lamentar; pero si la renuevan, la veré en el hueco entre dos series que vea con más entusiasmo.