Domicilio privado

Primer largometraje de Saverio Costanzo. Escrito por el propio Costanzo con la colaboración de Camilla Costanzo, Alessio Cremonini y Sayed Qashua, se inspira en un hecho real. Se rueda en Riace (Reggio Calabria, Italia) entre el 22/IX y el 1/XI de 2003. Gana la Espiga de oro de la Seminci de Valladolid. Producido por Mario Gianini, se proyecta en público por primera vez el 12-VIII-2004 (Festival de Locarno).

La acción dramática se desarrolla en 2002/03, en territorio de Israel, en una casa unifamiliar de dos plantas, ubicada cerca de la frontera libanesa, a medio camino entre un asentamiento judío y un pueblo palestino. En la casa vive Mohamed B. (Mohammed Bakri), profesor de literatura inglesa en un instituto palestino, su esposa Samiah B. (Arin Omary) y 5 hijos, de 6 a 17 años. Mohamed B. es culto, pacifista y contrario a la violencia. Decide no abandonar la casa y compartirla con los soldados israelíes.

El film es un drama bélico y familiar. La tensión que se produce como consecuencia de la ocupación de la casa (símbolo de los territorios ocupados por Israel) sitúa a los miembros de la família en posiciones difíciles en las que es dado observar sus reacciones, sus sentimientos y sus diferencias personales. La cámara explora el miedo, el desánimo, el enojo, los deseos de paz, los afanes de venganza, la desesperación y las esperanzas, que anidan en el ánimo de la familia frente a la presencia de los soldados en la casa y las propuestas que defiende el padre. También explora los sentimientos de los soldados frente a la guerra y en relación con la família. Desde una perspectiva formalmente neutral, el film apuesta por la comunicación, la tolerancia y el diálogo. Defiende que la convivencia entre culturas diferentes y religiones diferentes es posible. Se posiciona a favor de la multiculturalidad y contra los prejuicios. Pone de manifiesto la utilidad que tiene, a la hora de generar comprensión y tolerancia, la práctica de ponerse en el lugar del otro. Contrasta la superioridad militar israelí con la precariedad de medios palestinos. Glosa el absurdo de la guerra y, como la canción de cierre, apuesta por la no violencia, la tolerancia y la paz.

La música, de Alter Ego, aporta una partitura de melodías contemporáneas, coloristas y rítmicas, que explican los sentimientos de las personas y subrayan los lances de la acción. La fotografía, de Luigi Martinucci, hace uso extensivo de la cámara en mano y al hombro, que pone al servicio del realismo y del tono documentalista del relato. Hace un uso notable de la cámara subjetiva, que mira a través de los ojos de los actores y da testimonio de lo que les interesa, sorprende o preocupa. Los personajes se presentan poco desarrollados. Los personajes israelíes están mejor construidos que los palestinos. Las interpretaciones son naturales. Film duro, áspero e interesante.

"Las víctimas aprendieron de los victimarios" podría llamarse esta película que cuenta, según parece, un hecho sucedido, en la que se ve a los soldados israelíes ingresar por la noche a una casa de familia palestina al mejor estilo de las SS, como hemos visto en el cine infinidad de veces, y quedamos aterrados e indignados. Verlo de nuevo como representación de lo real, ejecutado por los descendientes de aquellas víctimas del Holocausto, ahora victimarios, parece demostrarnos que el mundo no tiene arreglo. Como en "La metamorfosis", de Franz Kafka, alguien se acuesta a dormir y despierta hecho un insecto.
No sucede gran cosa en esta película, bien hecha y actuada, no pasa nada pero sugiere mucho. Dice algo así como: "aguantemos un poco a estos locos que ya se les pasará", pero no se les pasa.

Para llegar, salimos de la Garbatella, del trozo de la Garbatella, en Roma, que Moretti nos muestra en el gran primer capítulo de 'Caro Diario'. Grande porque consigue hacer la película que soñaba, hecha solamente de casas (pero aún sin bailar...) mezcladas con una ironía respeto a un tipo de cine italiano con pretensiones de intelectualidad que caen en el ridículo, nos reímos a gusto con la escena del crítico muriendo de dolor al leerle Moretti su propia crítica. Después, en las islas, la película va hacia abajo, tal vez cambia el ambiente sin cambiar el tono y se hace largo, pero solamente porque el DVD de la biblioteca del DAMS de Roma Tre estaba rayado dejamos 'Caro Diario' inconclusa después eso sí de varios intentos -que al final consiguieron colgar el ordenador -de ir mas allá de la hora de película. Así ha comenzado 'Private', la película de Saverio Costanzo sobre la Palestina, rodada en árabe y hebreo y también en inglés, lengua de comunicación entre los dos vecinos.
'Private' es el trozo de casa donde una familia palestina se ve obligada a vivir después de la ocupación por parte del ejército israelita de su propia casa, punto estratégico entre un pueblo palestino y unos asentamientos judíos. Huir seria la derrota, y el padre, Mohammed, lo entiende desde el comienzo. Inicia una lucha no tan solo contra los ocupantes (los ocupantes del piso de arriba) sino también una lucha con la familia para hacerse entender.
Costanzo nos muestra un ambiente con mucha proximidad, siempre la casa y el jardín, y lo rueda todo en digital, un digital sucio donde las luces se vuelven casi verdes por la noche, una estética puede que hecha con la intención de hacer partícipes a los espectadores del sentido de precariedad y también de proximidad de la familia protagonista. El digital se convierte entonces en un instrumento de aproximación, para poder contar mejor la realidad, como un día, puede, usar actores no profesionales sirvió para el mismo objetivo.
Costanzo trabaja sobre los pensamientos de los personajes -no solamente de la familia, tambien los de los soldados israelitas -más que sobre la acción que ocurre, sobre una eventual lucha. Es una lucha, pero no explícita, como dice el padre, no se lucha solamente con las armas. Con este trabajo de Costanzo entendemos las evoluciones de la hija mayor, que se iba a Alemania para estudiar medicina por voluntad del padre. Entendemos la frustración del hijo mediano, que se vuelve odio, y entendemos la voluntad de hierro del padre de no abandonar, de resistir. De resistir de la forma más digna. Así, esa casa se convierte en símbolo de la Palestina, mostrándonos Costanzo una visión puede que idealística de la resistencia contra el invasor, sin perder la dignidad.

La película italiana 'Domicilio privado' obtuvo hace un año la Espiga de plata en el festival de Cine de Valladolid, pero, aún siendo un buen trabajo, quizá este premio se deba más al oportunismo político, al narrar dramáticamente la angustia de una familia palestina que ve invadido su hogar por el ejército israelí, con el objeto de convertirla en cuartel provisional.