Ruido

Uno de los peores países para ser mujer. Uno de los peores países para ser periodista.
Pobres mexicanos. Subyugados bajo una violencia sistémica, una corrupción sistémica y un machismo brutal.
Mujeres que se toman. Que se desechan. Mujeres desaparecidas a miles. También hombres. Acudir a las autoridades a denunciar es inútil, no te ayudan a buscar. Te avisan lo más si encuentran una fosa, para que vayas a ver si reconoces a un hijo, un padre, una hermana que estás buscando. Si buscas demasiado puedes ser tú al que desaparezcan. Si hablas muy alto te pueden coser la boca.

Natalia Beristain es una de tantas mujeres mexicanas bravas y luchadoras a la fuerza. A través de su cine denuncia. Por medio de esta película, que parece un documental, echa la mirada a una realidad dolorosísima que vive el pueblo mexicano. Su denuncia es eficaz, es certera, y huye del sentimentalismo o del drama barato. Es ‘Ruido’ un grito de tantos desaparecidos, de sus familiares aplastados por la indiferencia y la impotencia, de tantas bocas calladas con sangre en ese bello país norteamericano.

El problema de las desapariciones en México se ha convertido en una situación dolorosa, de temor, pero también de indignación, que se dejó crecer a la par con el narcotráfico por la mezquindad gubernamental y sin brújula para contrarrestarlo, además de conducirnos a un despeñadero socio-cultural y económico marcado por lo más putrefacto jamás concebido.

Así lo marca Natalia Beristain con este docudrama protagonizado por Julieta Egurrola de tan excelente registro interpretativo en el rol de madre de una joven desaparecida 9 meses atrás. Un personaje que devela que es un problema que desconoce estratos sociales y afecta a todos por igual.

Julia no se rendirá en la búsqueda de Gertrudis, mostrando la negligencia de las autoridades, la solidaridad de grupos en distintas circunstancias del proceso de localización e incluso de la lucha por hacer «Ruido» a las afueras de las municipalidades para que las omisiones y complicidades terminen.

La película junto con «La civil» tienen momentos de consternación que logran empatizar con una sociedad indiferente, pero egoísta, porque se enrola en pro de su manifestación pasivamente o con otros fines de política ajenas al verdadero movimiento de inconformidad.

«Ruido» es una cinta claramente de denuncia, con un abanderamiento hacia su recta final sobre un radicalismo como un recurso implementado en los últimos tiempos que desafortunadamente no resuelve, es contradictorio sobre la violencia desaforada sobre quien intente detenerlas, reafirmando la complejidad de este asunto, siendo un filme escurridizo al no quedarse como un título de exposición.

Me parece escalofriante.

En un dantesco México de desaparecidas, Julia desciende a los círculos infernales de la impunidad, injusticia y silencio omiso de las autoridades, en busca de su hija Ger. Un dolor muy personal se vuelve colectivo, que teje una red de apoyo que en medio de la aflicción logra generar momentos de resiliente apoyo empático.

Ficción documental con una realidad muy sabida y retratada, pero no por ello menos pertinente. Con un ritmo y tono a veces irregular (propio del uso de actrices y no-actrices), no deja de ser un justo reconocimiento al movimiento civil de las buscadoras (Voz y Dignidad por los Nuestros SLP). Necesario símil de romper el silencio oficial con el ruido colectivo.