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American Symphony

American Symphony
2023 Estados Unidos
Documental, Intervenciones de: Jon Batiste, Suleika Jaouad
5,9
174
Documental Jon Batiste, que a menudo se presenta como el intérprete más alegre de toda la música popular, esconde algo sombrío detrás de su sonrisa. Su mujer, Suleika Jaouad, está librando una batalla contra una leucemia recurrente, mientras que el músico tiene sus propias escaramuzas contra la ansiedad y los ataques de pánico. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
8 de diciembre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustan los documentales sobre músicos y desconocía la obra del artista Jon Batiste. Sin embargo me ha decepcionado mucho este biopic que entremezcla escenas de diferente tipo pero en el fondo muchas familiares. Sobre todo insiste en la leucemia que sufre la compañera de Batiste y en escenas de ocio de la pareja.
Nos hemos frustrado mucho viendo el documental pues nunca llegabas a ver un gran concierto o la opinión de otros músicos sobre Batiste. Una obra para muy fans de Batiste, por supuesto muy hagiográfica. No lo recomiendo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
GerardoBici
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24 de febrero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El día en el que Jon Batiste recibió 11 nominaciones al Grammy, su pareja, la escritora y artista Suleika Jaouad, tuvo su primera sesión de quimioterapia: después de años en remisión, su leucemia regresó.

Es así que Heineman nos muestra la intimidad de un artista balanceando su carrera con su relación amorosa, pues mientras Suleika va y viene de hospitales, Batiste está en proceso de componer la histórica sinfonía que presentará en el Carnegie Hall, legendario reciento musical.

Quizás dedica demasiado espacio a la enfermedad de su pareja, y a cómo él es capaz de sobrellevarla. Es una parte muy dura de la misma para el espectador, pero cuando termina la película te das cuenta de que lo menos notorio han sido las actuaciones musicales, por eso terminas un poco decepcionado.

No me ha disgustado, pero me he quedado como a medias. Un 5,5.
Mag61
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18 de febrero de 2024
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Entré en Netflix e indagué en su sección de los Oscar. Había varias películas que quería ver y me decanté por esta. No conocía la persona de Jon Batiste en profundidad. Leí algo sobre él y sobre su último disco en redes, World Music Radio, pero poco mas. Así que me animé a profundizar en su historia ayer.

No tenía expectativas. Admito que la participación de esta plataforma me genera cierto distanciamiento con la obra porque pienso que hay veces que funciona a modo de fábrica. Mi visión del arte no tiene nada que ver con el arte de la producción en cadena.

Sin embargo, a medida que iba avanzando American Symphony mi asombro crecía. Es un muy buen documental. Sobretodo, no podía creer el retrato tan veraz que hacían de la enfermedad e la pareja del artista. Es la primera vez que veo en una pantalla representado aquello que veía durante mi antiguo trabajo en la unidad de oncología y paliativos. No hay azucarados, no hay maquillajes. La enfermedad es la que es y con ella trae luces y sombras que aquí se muestran de manera valiente, sincera y al ritmo que a la vida se le antoja traerlos. Esto es lo que hace a esta película única.

La cima de la carrera profesional de dos personas se ve teñida por una enfermedad que amenaza la vida de uno de ellos. Es una pena que una escritora de éxito no pueda pasearse por las librerías del centro de Nueva York en el momento en el que su libro es el número uno más vendido. Pasearse por gusto, por mirar, por escuchar. No puede hacerlo. Pero su compañero sí que puede permitirse embriagarse de música y ritmo para evadirse por unos minutos de la realidad. Y hacer felices así a quienes les escuchan.

Puede sonar injusto. Lo es. Pero a medida que el documental transcurre uno se seca las lágrimas de nuevo con la realidad. La realidad es la que es y viene como viene. Tanto cuando viene fácil como cuando no, tener un escudo de personas en las que refugiarte es igual de importante que tener un rincón para uno mismo. Aquí el documental de Matthew Heineman muestra sin palabras y sin grandes diálogos el precioso tesoro que uno halla cuando está a solas consigo mismo en la melodía de un piano, en una lámina pintada con acuarelas o en unas páginas a medio escribir. El arte, sin pretender pasar a la historia las manos de quien lo crea, es uno de los mejores aliados para vivir y también para sobrevivir la vida cuando esta se nos atraganta un poco.

Como digo, no hay sentimentalismos, romanticismos o historias de superación propias del cine americano. Yo encontré verdad, cotidianeidad y dos historias abiertas para poder rodarlas al gusto de un director. Con un director con mucho gusto.

La fotografía se aleja mucho del formato Netflix. Si aíslas un fotograma del documental, este no presenta ese color tan característico que emana de sus series y películas (sobre todo de sus series). Es una fotografía bella, natural. Es muy sorprendente lo cuidado del departamento de fotografía a pesar de darme la sensación de que se ha ido rodando muchas veces a medida que surgían los acontecimientos. Agradezco el cuidado de la cámara, constantemente anclada a una ducha para que sus movimientos no resulten bruscos en pantalla.

El montaje es un ejemplo de cómo contar una historia sencilla, sin muchas palabras, sin muchos planos y grandes cambios. No hay infinidad de cortes que se han montado de esa manera para evitar que yo me aburra. El cambio de un plano a otro funciona acorde la trama lo necesita y a mí me lleva a emocionarme mucho.

También destaco la facilidad con la que muestra el proceso creativo de un artista, en este caso musical. Es muy interesante y chulo asistir a estos ensayos.

Este documental tiene una nominación a los Oscar por su canción, "It never went away". Sólo puedo desearle mucha suerte.

En lo que a mí respecta, me voy a poner las pilas escuchando a este hombre. Os recomiendo mucho esta película para una tarde de domingo rara, como dice Amaral. Una tarde de domingo rara como hoy. Tengo claro que harán de esa tarde un momento que os inspire bonito para seguir creyendo en aquello en lo que estéis trabajando en el caso de ser artistas. Si no lo sois, ojalá que se os achispe algo en el pecho para coger un boli o un lapicero y dar rienda suelta a vuestra imaginación en un folio.

¡Nos leemos pronto!

BLOG:
https://iaskedmyself.wordpress.com/2024/02/18/american-symphony-el-arte-en-sus-diferentes-formas/
iaskedmyself
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