Ensayo general para la muerte

Buena película. Fuese por motivos de censura o por lo que fuera el tener que localizar su trama en París le dió un encanto especial. Lástima que la cinta sufra un serio tropiezo hacia el final y que en dicho momento incluso pierda la elegancia en una trama que hasta entonces iba muy bien urdida. Tiene un ritmo equilibrado y un reparto maravilloso donde todos y cada uno de los intérpretes sacan el máximo rendimiento de sus personajes. Julio Coll consiguió una película refinada y elegante, que tiene todo lo que le falta al cine español actual. Pudo ser mejor de haber limado ciertas debilidades del guión, pero de todas formas la película consigue mantener atento al espectador en todo momento. Los personajes producen una cierta fascinación. Una muestra muy digna de cine policíaco que aunque no llegue a la perfección tiene momentos de especial brillantez.

La noche oscura y la intriga intensa se alían en un ejercicio de sospechas para conformar una trama asfixiante.
Todos los demonios del crimen perfecto pueden esbozar sobre la pantalla una caligrafía que rubrique lo que el título de la película anuncia.
Posee detalles de producción importante y algunas escenas de enorme impacto visual y emocional.
Pero el largometraje llama la atención, sobre todo, por un desarrollo sutil y elegante que aumenta el vigoroso brío de la trama.

Interesante historia de un director que me ha gustado mucho todo lo que he visto de él. Un vaso de Whisky y Distrito quinto. Dos obras maravillosas, dos películas estupendas. Ésta es algo menos pujante. Pretende ser asfixiante, un poco al estilo de El ángel exterminador, de Buñuel. Pero no lo consigue. Le falta estructura y pero dramático, tensión emocional, guión -aunque tiene giros y requiebros- y ese algo vaporoso que define una gran obra pero que no sé explicar qué es.
Se puede ver, pero me parece que está lejos de las dos obras citadas.
La trama policial no tiene nada de particular, pero se enreda en sí misma con dos focos de atención que, a mi juicio, dificulta mucho el desarrollo de la historia. Los golpes de efecto tienen su importancia, pero no veo que estén bien organizados. Hay momentos en que te encuentras confundido. El recurso de hacer desaparecer a una persona estando la policía presente, pretendiendo tener la perfecta coartada puede ser eficaz si se maneja bien, como casi todos los recursos cinematográficos, pero aquí está algo impostado, queda raro, no funciona. Es demasiado infantil.

Julio Coll realizó una quincena de títulos (encuadrados varios en el cine negro) que dentro de unos años pasarán completamente al olvido. Los que se recogen en Filmaffinity (siete, en concreto) tienen la típica puntuación de esas películas insulsas (el cinquillo pelao) que sólo algunos sentimentales de tiempos pasados favorecen muy subjetivamente.

"Ensayo general..." no tiene nada positivo. Guión deslavazado, personajes insustanciales, interpretaciones pésimas (sobre todo el Estrada, la Campos, el Ballesteros y la más mediocre de las mediocres: Iran Eory). El desenlace es lo peor de todo.

Le daremos un punto al blanco y negro de los interiores y otro punto a Ángel Picazo.

Para que luego critiquemos al cine español actual. "Ensayo general..." es una película pretenciosa, empezando por localizarla en París porque sí, sin que tenga ninguna relevancia para el argumento. A partir de aquí, con el mítico punto de partida del crímen perfecto, asistimos a una ensalada de giros argumentales que ni toda la saga de Saw al completo, a cada cual más tramposo y carente de sentido. Los fallos en el guión son tan evidentes que uno se pregunta como tendrían que ser las demás películas de la época para que el de esta en concreto recibiera un premio. Los actores lo hacen mal, sobreactuando, pero sus personajes son tan escuálidos y faltos de profundidad que cualquier intensidad que un actor quiera aportarles provocaría ese efecto. En definitiva, un cine negro que tiene más de negro que de cine.