21 x Nueva York

Precioso mosaico de imágenes que relata la vida de 21 personas que viven en la ciudad de Nueva York. Las historias son trasladadas al subsuelo de la ciudad, allí podemos vislumbrar el submundo que se genera en el interior del metro.

Las 21 historias son duras y sensibles, algunas llenas de dolor. Esas minúsculas historias, son el día a día de cualquier persona que habita este mundo. Esas historias, podrían bien ser cualquiera de nosotros. El amor, el desamor, la violencia, el sexo, la felicidad, la infelicidad, la soledad, la inseguridad, el querer ser aceptados en un mundo globalizado y prácticamente monopolizado por las redes sociales y móviles…

Las imágenes son preciosas, muestran los bajos fondos de un Nueva York nocturno. Poderosas secuencias acompañadas (en su mayoría) por la voz en off de cada uno de los 21 protagonistas. El documental examina el interior de esas 21 almas prácticamente solitarias sin ningún tipo de tapujos ni tabúes.
La guinda final lo pone la banda sonora: electrónica ambiental, sutil y delicada se encarga de conducir esa consecución de extrañas y atractivas imágenes, la de una ciudad que muchos creen conocer.
Altamente recomendable

-Dirección: 9
-Guion/Historia: 8,5
-Fotografía: 8,5
-Interpretaciones: 8
-Banda Sonora: 8
-Producción: 7,5
-Sensación/satisfacción personal: 8
-Entretenimiento: 7

Total: 8

Interesante experimento indagación.
Vida, ocaso, tristezas, alegrías, soledades, seres anónimos en una ciudad como la gran manzana.
Deja un entumecido regusto melancólico y una sombría vocación de fatalismo.
Lejos del típico documental al uso de una ciudad tan salvaje.

Imágenes, vivencias, personas que pululan en la jungla de asfalto, cosmopolita y vampírica.
El tema más tratado es la desilusión amorosa, o esos momentos del pasado que guardan como la reliquia más valiosa, del amor que tuvieron y se fue, en fuga.
Testimonios de supervivientes del vivir cotidiano, fragmentos de almas desconocidas, de las que nadie se preocupa, pero que aquí tienen su voz ambulante, en esta desolada soledad en la urbe caníbal.

La cámara itinerante ilumina esas historias, que quizá, nunca habían contado antes sus protagonistas.
Con un montaje ágil, preciso, de la ingente cantidad de horas filmadas, mayoritariamente en el metro.
La única crítica, está bien desarrollada y me ánimo a aventurarme en este singular recorrido.