Del amor y otros demonios

No es necesario saber demasiado de cine para criticar esta película. Solo me resumiré a decir lo más relevante:
FALLOS
GUION: La adaptación del guion es pésima. El libro está bien elaborado y es deprimente, que pase a ser resumido en diálogos flojos, carentes de elocuencia y tan mojigatos, llenos de un tonto pudor que le quita pasión a la historia. Además ese "mosaico" de acentos que se escuchan espantosos y poco sobrellevados por una pobre música incidental.

NARRATIVA: lenta, parsimonia, contraria a la narrativa del libro. No logras vivir ni disfrutar la película. Este es el problema número uno y es la que al final descalabra la película totalmente.

PLANOS: en el afán de hacer una atmosfera "intima", la directora se excede en tomas de primeros planos que llegan a marearte.

LOCACIONES / DIRECCIÓN ARTÍSTICA: Cartagena de indias está llena de una arquitectura perfecta para la película, es una ciudad tan hermosa, que no entiendo aun como esta película fue filmada allí y no se aprovechó el espacio. La mayoría de la película pudo haberse grabado en estudio. De Cartagena no se muestra prácticamente nada. Que desperdicio tan grande.

CASTING: la protagonista actoralmente está demasiado biche, no encajó allí.

ACIERTOS
FOTOGRAFÍA: hermosa, da un ambiente oscuro y sombrío perfecto.

Una vez más nos quedamos con las ganas de ver una obra del Nobel colombiano bien hecha en cine. Creo fielmente que no ha llegado un director con la inventiva e imaginación para entender lo que Gabriel García Márquez nos quiere transmitir.

Puntaje: 3,3 por la fotografía y las buenas intenciones de la Inexperta directora

Comparada con las películas del cine actual es un filme ramplón y lento, comparada con la novela de Gabriel García Márquez, es un horror. Le pasa precisamente lo contrario que al libro, es lenta, poco ingeniosa, rumia la presentación y el nudo en una suerte de noria y da un hachazo en el desenlace que culmina en un chasquido de dedos. En definitiva está mal guionada y está totalmente carente de ritmo y eso que la historia tiene su miga, o eso al menos parece cuando lo lees de Gabriel García Márquez. Tiene, no obstante, algunos detalles muy buenos, la caracterización de los personajes de época es realmente maravillosa, especialmente en el personaje femenino y la ambientación general de la película, los escenarios eclesiásticos, las mansiones coloniales… pero la belleza estética va en detrimento de una historia que no arriesga, que es ñoña en algunos aspectos, que renuncia a la sensualidad propia del libro, que es mojigata en el pecado, que no merece la pena.

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Lo más llamativo de este filme es sin duda que la base argumentativa sea una novela de Gabriel García Márquez, partiendo desde ese listón altísimo, las miradas quedaban atentas para ver si Hilda Hidalgo podía igualar en su opera prima todo lo que la novela representa. Y vaya que es complicado tomar en base la obra de uno de los escritores más grande de Latinoamérica. Hay que decir que la voluntad de hacer algo digno se nota en Hilda, sobre todo porque el acabado visual es realmente bello, sin embargo no podríamos decir lo mismo de todo el filme integralmente hablando, porque sin querer compararlo con su obra de origen (cosa que es difícil de hacer), parece que al producto audiovisual le falta alma, amarrar más sus emociones, el mismo se pierde en un montaje que parece contar la historia por parte y nos segrega la emoción de lo que se cuenta.
La música del difunto Fidel sobresale, como lo había hecho en aquella película Marasmo, y une de bella forma las imágenes y sonidos, las actuaciones tienen altibajos, Derqui es el que mejor hace su trabajo, un hombre atormentado por un demonio de pelo rojo, por un demonio lleno de deseo, por un demonio llamado amor. Triana es Sierva María físicamente, pero cuando habla todo se pierde, como si la magia de su belleza juvenil nos distanciara del relato contado. El producto se ve contrariado por la ineficacia e inexperiencia de su directora, por el poco entendimiento que hay a la hora de poner imágenes a una novela hermosa y oscura por igual. Y sin embargo parece ser que este filme con todos sus fallos representa uno de los renaceres del cine nacional más estimables, recordándonos que se lleva un camino lento y que el cine como arte supremo requiere una evolución milimétrica.

Lo bueno

La fotografía es lo mejor, no hay que ir muy lejos, los juegos de la luz y la sombra dan secuencias llenas de una belleza hipnótica.

Linda música de Fidel, uno de nuestros mejores músicos de los últimos años.

Derqui se compromete bien con su papel

Lo Malo

El guión no desarrolla bien la emoción de la historia, la naturaleza de sus personajes, y algunos diálogos resultan sosos.

La dirección peca de ingenuidad.

Hay personajes secundarios que no funcionan y una combinación de acentos tan evidente.

Le falta sensualidad y atrevimiento al producto.

Del amor y otros demonios, una conocida novela de Gabriel García Márquez, ha sido destilada por Hilda Hidalgo con encanto pero sin pasión alguna. Es algo que me ronda la cabeza pasados unos días desde su visionado, su austeridad va haciendo mella en el recuerdo volviéndose una película borrosa.

La belleza nunca fue suficiente para quedar adherida a lo largo de los tiempos en la retina, es una cualidad caprichosa que se adapta a modas pasajeras que en pocas ocasiones goza del acuerdo a la hora de alabar sus formas. Pero Sierva María (Eliza Triana) sí sustenta la belleza de la película como algo atemporal. Una larga melena rojiza y las alabanzas de su juventud y su silencio con unos ojos que juegan con el aprendizaje de un mundo desconocido para ella. El mejor retrato se lo lleva ella, la más absoluta protagonista, que genera toda una historia a su alrededor. El título lo dice todo, el amor y sus demonios. En una etapa compleja como la vivida en la colonización de españoles de Sudamérica se desatan los temores con demasiada facilidad al mezclar tantas culturas, las nativas, las cristianas advenedizas, las importadas mediante esclavos arrancados de otros países muy lejanos. Demasiados demonios para tantos extraños.

Desconozco el contenido del propio libro, pero tras ver la película no queda duda (como pasa en casi cualquier adaptación) que se han quedado muchos rasgos importantes de los personajes en el papel y la película evoluciona manca y coja al mostrar silencios y representar sensaciones de manera prolongada, pero no profundizar en lo que parecen muy ricos personajes que aquí quedan como secundarios muy puntuales que aparecen y desaparecen a merced de las necesidades del guión, desaprovechando a los actores que, llegados de todas partes a esta película para poder representar esa diversidad de culturas, no se consiguen aprovechar como se debiera, quedando cada historia anexa a la principal como un ligero relleno sin pomposidad ni calado. Sin embargo, cualquier relación de la protagonista con otros seres animados daban la luz que los humanos se dejaban en el tintero, y las paredes hablan siempre, así que una simple celda oscura respiraba con fuerza mientras se ahogaban los demás.

Esto no evita que realmente sea interesante la película y su aspecto resulte deslumbrante por momentos pese a su sencillez evolutiva. Yo me dejé llevar por las apariencias de una película de época colonial, además, es un tema que engancha con facilidad el que trata la película, al ver la lucha de cada individuo por sostener la fe ciega en lo que le pide una sociedad que está en plena evolución o en sus conocimientos, y viendo como se tacha la fogosidad que genera el vivir y conocer como una maldición demoníaca y una tentación impura. Creo que el simple hecho de poder utilizar la palabra «impura» es suficiente para que algunos nos quedemos a ver lo que sucede a continuación, sabiendo lo que suele cumplir lo que promete.

Al menos siempre resulta curioso ver la coacción de la iglesia y su modo de creer todo lo que dicen como algo que no admite dudas ni cuestiones comprometedoras. Pero la pasión se queda en la combinación de colores que se reparten en la pantalla, los terrenales y los que buscan ficcionar el semblante pasional, y al final sólo un rostro angelical con mirada impía y cabello interminable será lo único que supere al conjunto.

Sí, me permito utilizar la palabra pasión constantemente porque es lo que se une a una obra como Del amor y otros demonios, pero me sirve como muestra de lo que promete, muestra de vez en cuando, pero no arranca completamente, dejándonos con nuestras rasgaduras de vestimentas esperando más. Pero no es una sensación que aparezca enseguida, es algo que buscas una vez reposado lo que viste, porque la directora consiguió un trabajo limpio y sereno, algo que parece personal entre ella y la obra, que te deja conforme durante un tiempo prudente. La prudencia no es suficiente cuando buscamos frenesí, ¿verdad?

Crítica para http://cinemaadhoc.info
@cinemaadhoc

La directora Hilda Hidalgo nos ha hecho reflexionar de como una historia bien contada, por medio de una filmación nos puede dar a conocer en los de mas países que sepan cuales son nuestras costumbres que se tenían en el tiempo de la inquisición.
donde se puede observar las riquezas patrimoniales que se tenían tanto en costa rica como en Colombia mas específicamente en Cartagena de indias donde se muestra su belleza arquitectónica de la época y las costumbres tradicionales de la raza negra y la medicina tradicional que utilizaban, por lo que fue una excelente película que resalto las costumbres y creencias de esta época.