Las forajidas

En ellas dan el golpe aparte de salir mujeres con los pantalones bien puestos sale Jackie Coogan y aparte de reconocerle en The Kid me es desconocido en todas y cada una de sus películas, creo que es un pistolero pero al final es el buhonero y no al 100%. Las forajidas es un western inusual que no debe haber otro parecido en donde las mujeres dominan el pueblo pero igual de mediocre que los westerns usuales. Por la patilla.

Modesto western, pura serie C, con intérpretes de lo/as antiguamente mal llamados "secundario/as", rodado con no muchos dólares que digamos, pero que resulta al final convencional pero funcional también.
Me refiero a que no aburre y el argumento no tiene mayor interés pero se sigue sin problemas, siendo distraída en todo momento.
Tiene escenas que hacen sonreír y también reír a veces, por mor de algunos personajes que resultan simpáticos, como el pistolero amigo del antiguo novio de la protagonista y/o el tabernero, siempre dispuesto a enrajetar a cualquier despistado parroquiano sus apestosos mejunjes.
Por lo demás, no llega a los ochenta minutos con lo que nunca llega a cansar.
Las actrices son las reinas de la función y se pelean y disparan como los hombres, aunque al final ambos géneros deben unirse para derrotar a los malvados (todos hombres fuera de La Ley), como debe ser.
Olvidable cien por cien, pero resultona, si no le se le exige demasiado, claro.

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Bajo el nombre de Las Mujeres hay una ciudad en el Oeste profundo donde las féminas han decidido "Subir al asiento del conductor" para dirigir su destino. Han decidido "Ganar a los hombres en su propio juego. Incluso ser más inteligentes y duras que ellos".
En palabras de la jefa de la ciudad, Iron (Hierro) Mae McLeod (Windsor), "Es el único pueblo del Oeste donde la mujer tiene una oportunidad decente, los hombres trabajan para nosotras y les pagamos lo que merecen". Que no es gran cosa.
Y funcionan bien, a falta de algún pequeño detalle como la carencia de médico ... que resuelven raptando al pobre Dr. Bob Ridgeway (Nixon). Y funcionan tan bien que los parásitos del vecino lugar de Silver Creek, Woody Callaway (Rober), han puesto sus ojos en Las Mujeres para hacerse con el control de este gineceo. Lo mismo que las bandas de Sam Slater (Avonde) y de Sam Bass (Penn).
El resto de la cinta trata de las andanzas de unos y de otros para dominar Las Mujeres. La situación la resuelve, una vez más, la propia trama amorosa.
Película con un rudimentario cinecolor, pésimamente doblada en la copia que hemos visto, con interpretaciones muy flojas en algunos protagonistas como el tieso Nixon, lo mismo que las peleas o los tiroteos.
Obra hecha con una gran pobreza de medios, con decorados interiores y exteriores a base de lienzos dibujados. Sin embargo el guion y la realización se sostienen con bastante dignidad. A destacar los números musicales y la agilidad de los diálogos.
Dicho todo esto hay que reconocer la originalidad del tema que plantea: una ciudad gobernada y dirigida exclusivamente por mujeres. Mujeres que controlan la ley y el orden ciudadano exactamente igual que un sheriff, la cantina, el banco... Mujeres enmascaradas que asaltan diligencias, que disparan y se enfrentan cara a cara a los matones, que pelean en riñas de salón a puñetazo limpio, que beben en el mostrador, jugadoras de póker ... En fin, que hacen exactamente lo mismo que los pistoleros que estamos acostumbrados a ver en el western.
Y todo esto nada menos que 54 años antes de las "Bandidas" Salma y Penélope. Cuando tanto interés mostramos ahora por el protagonismo de la mujer en el western, deberíamos mirar hacia atrás para ver que esta idea ya la habían tenido mucho antes.
Ya hemos dicho que uno de los protagonistas es el bello Doc Bob, un médico que quiere abandonar el Oeste pues tras sus estudios de medicina interna las únicas intoxicaciones que trata son las del plomo de los balazos. Con suma pulcritud y ayudado del bisturí extrae los proyectiles. Ante las atrevidas damas que lo acosan como pacientes, después de tomarles el pulso, auscultarlas con el fonendoscopio y ... comprobar sus verdaderas intenciones, no duda en recetarles para sus sospechosas tosecitas un jarabe antitusivo y que se protejan con ropa adecuada el cuello y el pecho.
Más divertido es el buhonero Uncle Barney (House), al parecer antiguo estudiante de la Facultad de Farmacia que ahora se gana la vida tratando de vender el famoso elixir indio "Wanpunk", que lo mismo sirve para la gota, obesidad, amigdalitis, herpes, llagas, úlceras ... que como crecepelo. De dudosa catadura moral, invita a entrar en el negocio a Doc recetando el elixir a sus pacientes y partiendo los beneficios, lo cual, naturalmente, rechaza la ética del doctor. Recolocado en la barra de la cantina, desde allí tratará inútilmente de vender su bebedizo a los clientes que tienen pesadez de estómago, garganta seca y áspera o las cuerdas bucales estropeadas.
Cinta muy modesta pero interesante por su temprana denuncia de la situación de la mujer en la sociedad americana de la frontera, sin derechos ni para votar ni para ser elegidas en cualquier tipo de elecciones. Como reconoce al final Iron Mae, "Mi única oportunidad hubiera sido nacer hombre".
Merece la pena verla.