1939

Una de las pocas películas que dirigió este director que apenas se prodigó en el cine y se dedicó más a series de TV en su país, Suecia. Nos ponen delante de una situación de preguerra en Suecia, un país que se declaró neutral en la contienda, pero en el que observamos, con cierta nitidez, lo dividido de un país en el que los adeptos a Alemania y a la Unión Soviética están muy igualados y muy divididos, y pese a no sentir ese azote de la Guerra, sí que se aprecia cómo se preparan para cuando la balanza se incline hacia un lado u otro.

Lo cierto es que no se nos presenta una sociedad sueca divina de la muerte, más bien al contrario, gente muy despiadada, como los trabajadores del restaurante en el que la joven que escapa de su pueblo, en la frontera, para ir a la capital, Estocolmo.

La joven encuentra la amistad pronto en otra chica, con la que comparte muchas cosas, y al final también encuentra el amor, pero su relación está llena de inquietudes y de peligros. La película es exageradamente larga, con muchos momentos prescindibles, y además está en VO, lo que te hace ni poder quitar ojo de la pantalla, y la historia está demasiado alrededor de la ocupación alemana en los países limítrofes, tanto que apenas se conexionan, o me parece a mí que lo debería de haber hecho mucho más, eso, para mí, también le resta porque le ofrecía muchas más posibilidades.

Sin embargo la cinta tiene una fotografía estupenda, tanto en el ambiente rural como en la ciudad de Estocolmo, algo que, tratándose de 1989, año de la producción, tiene mucho mérito y las interpretaciones de las dos actrices principales son muy buenas, solo superadas por el marido de la rubia, está portentoso. Un 6.