Ritmo salvaje

"Ritmo Salvaje", título muy desafortunado para esta película, ya que carece de ritmo, más bien la película es pesadita y durante momentos aburrida, y haciéndose de rogar durante momentos para que sea más rapidita y se pase a la acción y se deje de tanto relleno y tanta palabrería sin sentido.

El poco ritmo que tiene son tres canciones, dos destacables, una de Atwan Patton y la otra de Paula Patton, pero quitando esos 10 minutos que duran ambas canciones, el resto no llega al espectador y aumenta la pesadez.

La película no es solo un musical, también encontramos algo de intriga, suspense, acción y amor, eso sí, en pequeñas dosis, pero nada destacable del otro mundo, y todo ello dentro del marco de los años 30 donde las mafias existían, al igual que leyes pasadas de moda.

Los actores, tampoco están muy afortunados por desgracia, y es que hay momentos que parecen una panda de amigos haciendo un anuncio, donde se ve que entre ellos hay complicidad, pero no odio y por lo tanto ese sentimiento no se llega a transmitir.

Para acabar diré, que realmente esta película, ha sido un fracaso para Bryan Barber, no creo que esto es lo que él quería hacer en un principio, y menos aun el resultado final de este proyecto, donde realmente no se sabe lo que ha llegado a hacer, si un musical o una mala película de gangster.

La historia se remonta durante la época de la prohibición en los Estados Unidos, para los 30's, el escenario es el sur de la nación, en el pueblo de “Idlewild”, Georgia. En el “Church”, todo está permitido, una cantina clandestina con un espectáculo de variedades, mujeres, bebida, baile, canto y música de jazz.

Percival (André Benjamin), de día mantiene el negocio familiar, las pompas fúnebres, y de noche un tímido pianista lleno de talento que nadie puede ver y Rooster (Antwan A. Patton) es el gerente del “Church” y al igual que su padre es contrabandista de alcohol.

Los dos amigos aprenderán qué significa amar de verdad y la importancia de los lazos familiares que les unen para siempre a ese sitio llamado “Idlewild”.

Cuenta los amores y ambiciones de dos músicos de la época de la prohibición a través de espléndidos números musicales y vibrantes secuencias de baile.

André Benjamín y Antwan A. Patton, a los que sus legiones de fanáticos conocen por André 3000 y Big Boi, del grupo “OutKast”.

Estos dos hombres han grabado seis álbumes, dos discos de platino y cuatro multiplatino, han realizado unos treinta vídeos, han dado conciertos en el mundo entero fusionando rhythm & blues, pop, hip-hop y sonidos urbanos, además de haber ganado la mayoría de premios musicales de importancia. Sólo les quedaba un campo por descubrir: la industria cinematográfica.

La película tuvo un presupuesto $15 millones y genero por venta de taquillas la cantidad de $12,6 millones, mas $3,1 millones por venta de alquiler en los videoclubes, además recibió cinco nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine.

Nunca suelo tratar tan mal a las películas, pero esta es una de las mayores basuras que he visto en mi vida. No debería siquiera llamarse película. Es una deshonrra para los musicales. Lo digo por que en la película los números musicales son demasiado largos e interminables, no pretendo ofender a nadie pero que sea un musical no justifíca que duren tantísimo cada número. En definición tiene una trama fácil y es lenta y aburridísima. Es muy mala, tanto que nunca la he terminado de ver.

¡ Lo siento por los que les guste este montón de mierda !

A esta película en mi opinión le faltan bastantes cosas para llegar a ser buen cine, y le sobran otras muchas para salir de la calificación de "común".
¿Cúal es el motivo de mi seis entonces?
Pues nada más y nada menos que el entretenimiento, no me pareció nada fuera de lo normal, pero me mantuvo entretenida la mayor parte del rato, no por un buen desarrollo o unas buenas actuaciones sino porque (salvo contadas escenas que eliminaria por completo) mantiene un ritmo pasable, y las canciones sobre todo le dan la vida.
En general es bastante mediocre, totalmente previsible y tiene fallos tanto de dirección como de guión por todas las esquinas.
Quizá si se hubieran centrado mas en la historia central y en la música, que es lo que se aprovecha, y se hubieran alejado de las historias de mafias que parece que estan simplemente por meter relleno les hubiera salido mejor el invento.
A veces es mejor abarcar menos, contar una simple historia de música y relaciones personales y contarla mejor, que intentar meter tramas de extorsión y asesinatos sin saber hacerlo.
Vamos, que un poco más de ritmo, y un poco menos de salvaje.

Menudo título, donde está el ritmo, a lo sumo dos o tres números musicales y alguna coreografía que valga la pena, pero y la parte salvaje, tal vez por ello se entiende algunas de las escenas de acción nada creíbles y para refirmar su autoridad (menuda manera de hacerlo) de vez en cuando soltar algún taco. Más que una realidad perece en muchas fases una caricatura, si esa es la parte salvaje que venga Dios y lo vea. Tampoco los actores ayudan demasiado, los gánsteres no dan el pego, para nada dan miedo esos malos, la química no existe entre los protagonistas, ni las escenas calientes (de cama) consiguen levantar el animo, los actores tampoco estaban en estado de gracia. El director y guionista debía de estar pasando una mala racha.
También en USA se hacen películas malas, a veces se nos olvida eso, es por otra parte lógico, se hacen tantas y es tan difícil realizar una buena película, que ineludiblemente incluso en la meca del cine no todo lo que se filma es bueno, cierto es que esta tenia algo de presupuesto y una historia que prometía, es una pena ver como dieron al traste con todo, ni es un musical, ni un drama, ni cine negro (algunos tiroteos más que miedo producen risa), parece más bien una larguísima cámara oculta, de la que impacientes esperamos que en algún momento nos despierten, explicándote donde está la broma.
Como ese momento no llega, al final te convences que te han tomado el pelo, te han colado un gol en fuera de juego y lamentas las casi dos horas desperdiciadas. La cantante al menos es guapa, lástima que el pianista no este a la altura, podía como mínimo haber saltado alguna chispa.