Invitación a un asesinato

Adoro las propuestas de suspense con crímenes, y si ya reúnes a una serie de sospechosos en un lugar apartado, con cena con asesinato, el trato está más que hecho. Es por ello que no le he podido decir que no a esta producción mexicana de Netflix con Maribel Verdú como estrella invitada.

Una vez vista, debo confesar que no es ninguna maravilla ni reinventa el género de la intriga, pero sí que tiene las cosas muy claras, cumpliendo el A B C de este tipo de producciones, y presentando un caso de asesinato que mantiene atento al espectador, al tocarse las teclas adecuadas.

Es ahí donde radica su gran logro, al respetar una fórmula que siempre te va a funcionar si sabes cómo ejecutarla, y aquí no se han salido de la línea habitual, con una investigación que quizás peque de rocambolesca o confusa para algunos paladares pocos habituados al género, pero donde se nota que ha habido un mimo e interés por parte de sus responsables, no siendo extraño que estemos ante la adaptación de una novela, y de ahí ese sabor añejo y clásico que tan bien le sienta a la película.

Si eres fan del género, estarás como en casa, aunque no deje de ser otro caso de misterio con una ronda de sospechosos que invite al espectador a descubrir quién es el culpable, con un título que no lleva a equívoco. Al final me han dado exactamente lo que esperaba de un producto de estas características, con un reparto convincente, una dirección competente y una historia que no por tradicional, deja de tener su encanto. Como fan del suspense, para mí es un sí rotundo. Recomendable.

Más críticas: Javi McClane (Youtube)

Otra película más de misterio imitando el estilo de Agatha Christie. No tiene nada nuevo ni original y, aún así, te deja con ganas de que hubiera copiado más, porque con un buen plagio estaría mejor hecha.

El misterio es un desastre: los personajes mal presentados, sin saber quién es quién ni que hacen ahí ni cuáles son sus motivaciones hasta bien avanzada la película. Tampoco hay pistas. Ni buenas, para adivinar el final, ni malas para hacer sospechar de otro. No puedes crear una expectativa o plantear una hipótesis porque no te dan nada de información. Simplemente van pasando cosas y de repente un personaje se levanta y te cuenta todo. Tal cual. Cuarenta minutos viendo a una persona hablar.

Parece que un estudiante de cine haya reunido a su pandilla para grabar una tarea que necesita para clase. No creo que apruebe.