Impulse

Cy Endfield fue otro de los interesantes directores americanos que tuvo que huir de la caza de brujas del senador McCarthy y trasladarse a Inglaterra donde rodaría algunas grandes películas -no sólo la notable “Zulú” (1964), su obra más conocida, sino incluso alguna que otra obra maestra como “Hell drivers” (Ruta infernal, 1957) con Stanley Baker-. No alcanza semejantes alturas en este relato –rodado bajo el seudónimo de Charles Latour- sobre un agente inmobiliario de vida aburrida, interpretado por Arthur Kennedy, que echa una canita al aire y se acaba metiendo en un lio de tomo y lomo con maletas misteriosas, una bella y peligrosa mujer, y compañías no recomendables en una propuesta, interesante de partida, que se malgasta en un ir y venir un poco alocado e improvisado, con un guion que va dando tumbos sin una dirección precisa, apoyándose exclusivamente en el digno trabajo de su protagonista, en una historia apenas construida pero razonablemente entretenida. Con un argumento semejante pero con la profundidad de las obras maestras André De Toth rodó años antes, en 1948, la extraordinaria y reivindicable “Pitfall” con Dick Powell como hombre de vida gris que se ve envuelto en turbios asuntos por una cuestión de faldas.

Entretenido film de intriga, con competente guión a cargo de varios autores, entre los que destaca Cy Endfield, también estimable director de filmes parecidos e incluso con algún título fantástico de envergadura.
En esta ocasión hace pasar un rato ameno, siguiendo "las aventuras" y "desventuras" de un hombre corriente, que se mete en líos de la forma más tonta y sólo desea salir de ellos antes de que se entere su abnegada esposa.
Va de más a menos, esto es cierto, ya que al comienzo es más interesante y hay apuntes de intriga y acertados toque de humor, francamente divertidos, como los de las vecina fisgona del protagonista, un excelente, una vez más Arthur Kennedy.
Por lo demás no tiene mucho este, por otra parte, semidesconocido filme inglés con un yanki de personaje principal. Pero repito, aunque olvidable, este film prácticamente desconocido, se ve con gusto.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/

Hay muchas tentaciones femeninas que, un hombre medianamente estructurado, es capaz de resistir, pero hay otras que… ¡definitivamente demuestran que, en ciertos niveles, la belleza es irresistible y es imposible no contemplarla con verdadero placer!

Por años, he tenido una fotografía que, toda vez que la encuentro, me detengo a contemplarla de manera irresistible. En ella aparece una actriz por muy pocos conocida, cuyo nombre es Constance Smith, y su figura me resulta súperbella y fascinante. Tiene en ella unos 20 años, está parada a la orilla de un muelle y con su mano izquierda sostiene unas gafas de sol que se lleva a la boca con adorable picardía, mientras regala al fotógrafo una sonrisa realmente deslumbrante.
(aquí pueden verla: https://luisguillermocardonaresplandor.blogspot.com.co/ ).

Un día cualquiera, cuando por enésima vez contemplaba la foto de la preciosa Constance -y con la internet al alcance- quise saber sobre ella… y me dolió tanto su historia, que le tomé más cariño del que antes le tenía a esta muchacha irlandesa. En su vida hubo frustración, constante depresión, alcohol, drogas, intentos de suicidio… y todo esto lo soportó hasta la edad de 75 años cuando por fin le llegó la hora de marcharse.

Constance Smith, apareció con roles importantes en unas veinte películas, entre las que destacan títulos como “The Mudlark”, “The 13th Letter”, “Lure of the Wilderness”, “Taxi” … y tan pronto pude acceder a “IMPULSO”, donde es dirigida por mi muy apreciado director Cy Endfield, me dispuse a verla de inmediato… no sin antes echarle una nueva mirada a su preciosa fotografía.

¡Y qué atractivo e intrigante personaje el que aquí interpreta! Perseguida por dos hombres que, suponemos, son policías, la chica -aquí llamada Lila Ray, de profesión cantante en un club nocturno- huye como puede, mientras trata de encontrarse con un hermano suyo que robó unas joyas y las tiene en su poder. Para su suerte, en su huida se encuentra con un agente inmobiliario harto de la rutina y con su mujer -felizmente- ausente en casa de su madre, y éste se convierte en el duro que la protegerá de todo mal y peligro, pues, ¡a una chica como esa, imposible abandonarla!

Fue ésta, la segunda película de bajo presupuesto que rodara Enfield en Inglaterra, y una vez más, debió servirse del testaferro Charles de Lautour, para que la firmara, personaje que, según cuenta el productor Robert S. Baker, “iba a los sets para que constara, pero, allí permanecía sin hacer nada”. (1)

Estamos, de nuevo, ante un film noir de bajo presupuesto que, sin embargo, preserva el estilo con sus calles oscuras, las luces mortecinas y la lluvia que limpia las huellas del pecado. Con esos personajes turbios a los que mueve la ambición y los afanes de poder, dispuestos a matar si así pueden lograrlo… y con esa pareja desventurada que quisiera amarse, pero muchas cosas se interponen entre ellos.

Constance Smith, luce bellísima como Lila, una cantante aguerrida, ambigua y seductora… que quizás demuestre, al fin, que tiene ese algo de mujer que las hace tan maravillosas. Junto a ella ¿y para ella?, Arthur Kennedy es el involucrado Alan Curtis, un hombre que va a verla difícil para poder decidir entre las dos mujeres que ahora cuentan en su vida.

El filme resulta muy ameno e interesante, y Cy Endfield sigue sobreviviendo al exilio mientras le llega la ocasión de poder recuperar su mancillado nombre.

(1) “The many Lives of Cy Endfield”, Brian Neve. The University of Wisconsin Press