El cañonero del Yangtze

Esta es claramente una película infravalorada, en las críticas de filmaffinty pero también en genaral por lo poco conocida que es en comparación con otras películas muy inferiores.

El motivo por el que una película tan extraordinaria no recibe la consideración que merece se debe paradógicamente a su mayor virtud: es una película con muy pocas concesiones a lo que en general nos gusta ver en las películas. A todos parece encantarnos ver estrellas de cine en las películas y esta película tiene pocas: una, McQueen, que está perfecto. Nos gusta ver acción y esta película pone la justa y necesaria para el argumento. Aceptamos los dramas pero sin perder la esperanza y esta película está cargada de un profundo pesimismo sobre el comportamiento de los seres humanos. También nos gusta ver heroes y esta película no los tiene, los protagonistas son marinos desarraigados en el barco más cochambroso de la armada americana. Nos gusta poder tomar partido, distinguir más o menos bien, entre buenos y malos y aquí no podemos porque los que tienen razón se comportan brutalmente y los que no la tienen, tienen un armamento tan pobre que no aspiran más que a salvar un puñado de vidas.

En definitiva, esta pelicula hace muy pocas concesiones y no las hace porque lo supedita todo a construir una historia "realista", donde no sucede casi nada más que lo que tiene que suceder, en perfecta coherencia con las circunstancias que rodean al argumento. Por eso es tan buena, por eso es una de las mejores películas de la historia y por eso es también tan injustamente valorada.

Una ambientación histórica extraordinaria, una intachable interpretación y un gran argumento hacen del yang-tse en llamas una gran película.

Un fundamental papel jugado por dos romances que no sobran, da la explicación necesaria a un final infravalorado. No es una película bélica, es una película sobre amistad, amor y sentimientos.

Personajes secundarios (léanse por ejemplo teniente o capitán) extraordinariamente bien interpretados, otorgan una solidez a la película con la que es sencillo sentirse identificado.

Entre 1925 al 1927, China sufre una serie de transformaciones económicas, sociales, políticas y culturales, principalmente en las zonas costeras del sur. Naciones extranjeras se disputaban el dominio del país durante el trascurso de la primera guerra mundial. En 1926 China preparan una expedición militar sobre la zona del norte con el fin de unificar su nación.

El marino Jake Holman (Steve McQueen) es el jefe de maquinas del viejo barco de vapor USS San Pablo. La tripulación le tiene el sobrenombre al barco de “sand pebble” o gravilla de arena, se alega que fue botín de la Guerra Hispanoamericana.

El buque está siendo acto de presencia en defensa de los intereses estadounidenses en tierras chinas, pero la creciente inestabilidad política en la zona hace que su tripulación se comprometa cuando la vida de algunos de sus ciudadanos está en peligro.

El film cuenta con el icono del cine Candice Bergen que en el 1966 debuto en el cine con “The Group” (1966), pero fue en “The Sand Pebbles” (1966) que se dio a conocer.

La película tuvo un presupuesto $12 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $30 millones en EEUU solamente, más $13,5 millones por la venta de alquiler en los videoclubes, además recibió 23 nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine, incluyendo ocho al Oscar.

Estamos ante una más que entretenida e interesante película que retrata de forma muy fidenigna el imperialismo americano, en este caso, en la China de 1926.

Cuando me dispuse ver esta cinta, me esperaba asistir a un espectáculo bélico de unas tres horas. Para mi sorpresa, me encontré con un drama donde se trata mucho el choque de culturas y lo que repercute un alzamiento popular en contra del imperialismo al que está sometido. No voy tampoco a decir que la película contenga un mensaje de conciencia social donde los Estados Unidos salgan mal paradados, pero no deja ser ser interesante poder ver las represalias que toman el pueblo chino. La película contiene además a un más que solvente elenco de actores donde destacan Steve McQueen, Richard Attenborough y Richard Crenna, todos ellos muy correctos, además el registro dramático impuesto por McQueen hace que estemos ante uno de sus trabajos interpretativos más notables. También me gustaría destacar la intervención del actor chino que se hace amigo de McQueen, pues el dúo nos ofrece en sus escenas los mejores momentos de la cinta, pues resultan del todo conmovedores.

No obstante, la cinta puede llegar a hacerse un tanto tediosa con, a mi gusto, la innecesária historia de amor entre McQueen y Candice Bergen, que empañan un poco el ritmo de la cinta en su segunda mitad. Tampoco me gustó demasiado la parte final, que no me detendré a detallar, sólo diré que no tiene mucho sentido la actuación de los personajes en que ella intervienen. Aún así, estamos ante un entretenimeinto de gran calidad para cualquier amante del cine dramático y del bélico o para aquellos fanáticos de Steve McQueen, cuyo trabajo en el film es de los más notables y conmovedores de toda su carrera.

Me atrevo a suponer que dos hechos sirvieron de inspiración para la película, <<EL YANG-TSÉ EN LLAMAS>> (en inglés, “The Sand Pebbles”, término que aparece en las cartas de navegación para identificar guijarros de arena en el fondo de las aguas): El primer hecho, fue el incidente ocurrido durante La Guerra Fría (20-04-1949), cuando la fragata, HMS Amethyst -que venía en camino por el río Yang-Tsé dispuesto a servir de guardia de los intereses ingleses en reemplazo de otra- fue recibida a cañonazos por miembros del Ejército de Liberación Popular de China; y el segundo, la Guerra contra el Vietnam que se había iniciado, en 1964, y en la que, de nuevo, Estados Unidos de Norteamérica jugaba un papel agresor contra el oriente asiático.

La pretensión del filme es pacifista, antiimperialista e integracionista, y todo esto luce muy bellamente representado en el sentir de personajes como, Frenchie (Richard Attenborough), el marino americano dispuesto a sacrificar su vida para salvar el honor de la china Maily, la joven cuya virginidad sacará a flote la falta de escrúpulos de los habituales marinos. También, el misionero Jameson, dejará en claro desde el principio, su oposición a la invasión y a la opresión que vienen realizando las grandes potencias contra el pueblo chino, y como consecuencia de ésto, se declarará apátrida y enemigo de las banderas. La adorable, Shirley Eckert (Candice Bergen), la joven que se dolerá con la crueldad que descubre entre los hombres, al tiempo que percibirá la grandeza de corazón que posee el también marino, Jake Holman, el hombre que dará origen a buena parte del conflicto, pero quien nos dejará entrever su gran valía como ser humano.

El director, Robert Wise, logra un filme magníficamente ambientado, mejor fotografiado, con una rutilante banda sonora... y unas interpretaciones precisas con las que se bordan personajes de enorme sensibilidad. Steve McQueen, inmejorable como el marino del control de máquinas quien, al permitirse ahondar en el sentir de seres como Maily o Po-han, y al ver caer a aquel joven marino que defendía con su vida la libertad de su patria, descubre que está en el lugar equivocado y que no puede haber nada más injusto que aquella guerra de la que está haciendo parte. Cuando él mismo dice: “Ya estaba en casa… ¿Qué pasó?, ¡¿Qué demonios pasó?!” Estaba pidiendo una justa respuesta... ¿Querrías tú dársela?

Junto a McQueen, los mayores aplausos los merecen, Mako como el sacrificado Po-Han; Marayat Andriane (internacionalmente reconocida, luego, como la controvertida, pero brillante escritora, Emmanuelle Arsan, autora de obras como, “Emmanuelle” y “La hipótesis de eros”), en su rol de la abusada, Maily; y Simon Oakland, quien como Stawski, se confirma como uno de los mejores tipos duros que nos haya dado el cine.

Título para Latinoamérica: EL CAÑONERO DEL YANG-TSÉ