The Ouija Experiment

El director, productor y guionista de semejante truño se llama Israel Luna y nos presenta un proyecto que algunos han calificado como “cine independiente” y yo no pasaría de “rodado entre colegas tras borrachera en casa rural”, con un reparto espantoso, de lo malo lo peor, formado por Justin Armstrong, Dave Clark, Miranda Martinez, Swisyzinna, Taylor Terry, Carson Underwood y Eric Window.
Haré una breve sinópsis del disparate, aunque como ya se imaginan, no hay nada nuevo... Un joven de esos que cuelgan todo lo que hace en su anodina vida diaria en youtube, decide grabar una sesión de Ouija en casa de un colega. Invitadas están la hermana del colega y la novia cornuda de éste. El experimento funciona y le rebela a la cornuda sus cuernos, por lo que el mazas chungo se lleva la tabla y no permite que se cierre la movida como hay que hacerlo... Vamos, que la cagan como en el 99% de estas cintas y de la misma forma.
Con un presupuesto como para abastecer de frutos secos a un zoo por la tarde y un reparto que parece sacado del mismo zoo cobrando obviamente en especie (cacahuetes, fijo), la peli no puede bordear los límites del patetismo más rotundamente. Tres tipejos chungos sacados del Bronx haciendo sus chunguerías ante la cámara y un final para redondearlo todo, de pura peli antena3 a las 4 de la tarde con asesinato parricida de niña de por medio, todo ello con un alarde de efectos especiales (especialmente malos) y sustos sacados del tren de la bruja en plan “cucú trás”.
Eso es básicamente “The ouija experiment”, que el ilusorio Luna deja medio abierto con la esperanza de que haga tantísima recaudación para que pueda hacer de su truño una saga.
No lo verán mis ojos...
Lo mejor: No es larga.
Lo peor: Se hace muy, muy larga.

Decepcionante no, porque ya te hueles lo mala que es antes de darle al play, pero mala es como pocas...

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Comencemos.
La película es tan cutre que la secuela está ambientada en su world premier y a la puerta de la world premier regalan los dvd de la película y los asistentes ni se deciden a llevarse esos dvd de lo despropósito que llega a ser.
La trama se siente cutre, solo se salva el personaje propietario de la tabla y la mujer que no tiene cuernos puestos, estos dos personajes son interesantes y realmente son los que sostienen la película.
La trama de los espíritus es cutre y sale de la nada completamente. La trama de los cuernos y del negro mazado sin ninguna clave de cerebro llevandose la puta ouija para que no se puede cerrar cómo es debido provocando todos los problemas y desgracias de la cinta... ¡pues marca los puñeteros acontecimientos y es lo más cutre que hay en esta cinta con diferencia!
Y eso que algunos planos están dirigidos de forma cutre, la trama está hilado de forma cutre, los personajes usan la ouija de forma tan cutre que mientras dicen las reglas ya han incumplido unas cuantas. Y es que aunque nos explican cómo se debe usar una ouija de forma segura, se les ve incumpliendo todas las normas imprescindibles mencionadas y más que se saben con cultura general (yo no he hecho una ouija en mi vida ni la voy a hacer, pero por curiosidad sí sé lo suficiente para tirarme de los pelos toda la película con el desastre que hace hasta el supuestamente informado).

La película no es un horror, no es buena y está por debajo incluso del regular, pero volvemos a lo mismo que pasa con muchas cintas de terror... ¡Con ideas interesantes y plasmadas sin gilipolleces ni tramas que den verguenza ajena, puede hacerse algo tremenda y no algo con lo que puedas sentirte bien solo por no aburrite! Lo peor es que en este caso, en algunos ratos si que se hace pesada y se sigue adelante solo por valorarla con fundamento (cosas de adicto a filmaffinity, señores).

Cierro la crítica ya, esta película ha consumido demasiado de mi tiempo... aunque la secuela de la que tal vez hable más adelante, sí que me ha gustado aunque no creo que pase de pasable.