Haz click aquí para copiar la URL

Reina de Katwe

Drama Biopic de Phiona Mutesi, una joven ugandesa prodigio del ajedrez. Con 11 años ganó el campeonato juvenil de su país. Poco después pudo salir por primera vez de Uganda para ir a un torneo en Sudán. Y llegó a competir en la Olimpiada Mundial de la disciplina. (FILMAFFINITY)
1 2 >>
Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
9 de noviembre de 2016
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El combo película de superación que sucede en África, basada en hechos reales y producida por Disney es como para esperar lo peor en cualquier filme, pero la directora nacida en la India, Mira Nair, no cede del todo ante ciertos excesos para entregar una película que se llega a disfrutar.

La protagonista es Phiona, una chica que vive en una aldea en Katwe, en Uganda, junto a su madre (Lupita Nyong’o) y sus hermanos, en medio de una pobreza extrema y sin esperanza alguna a la vista, sobreviven de las verduras que su madre, ella y un hermano venden en un mercado.

Pero todo empieza a ser más amable cuando un día descubre su pasión por el ajedrez, cuando junto a su hermano acuden a las clases que les da a un grupo de chicos de la aldea el ingeniero Robert Katende (David Oyelowo), quien al notar el natural talento de la chica, decide apoyarla hasta las últimas consecuencias.

Basándose en el libro de Tim Crothers que novela el caso, Nair consigue contar esta historia inspiradora con nobleza y sin recargarse demasiado al melodrama ni los golpes bajos, logrando un perfecto ensamble entre los chicos que bordan sus papeles de manera que se vuelven entrañables, liderados todos por el gran trabajo de David Oyelowo, que dota a su personaje de una encomiable humanidad.

Pese a sus marcadas buenas intenciones, subrayados y alguno que otro exceso, el relato fluye gracias a la sobria dirección de Nair, y la acertada evolución de sus personajes, donde se destaca la debutante Madina Nalwanga, que de a poco se apropia del relato, y una siempre encantadora Lupita Nyong’o.

La directora de ‘La ceremonia’ se sobrepone a los previsibles obstáculos y prejuicios ante este tipo de películas y logra una que es además de entretenida y conmovedora, y que se perfila como una de las posibles contendientes a la inevitable temporada de premios.


http://tantocine.com/reina-de-katwe-de-mira-nair/
Quique Mex
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de enero de 2017
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llama la atención ver el logo Disney a todo lujo al principio de esta película, como si esta fuera otra de sus grandes producciones de mundos fantásticos e historias grandes como la vida.
Aquí no hay nada fantástico, la historia de Phiona Mutesi no puede ser más humilde, pero sí se podría argumentar que es una historia grande como la vida, y aún más, que es una suerte de cuento de hadas "realista" donde al final todo acaba bien.
La única diferencia es que el camino a ese final feliz no vino jalonado por canciones o facilidades, sino con grandes esfuerzos, cierta disciplina y resistencia, mucha resistencia.

Nada diferente de la típica biografía, pero aquí viene la segunda rareza tras el logo de una productora poderosa financiando un relato pequeño: 'Queen of Katwe' no es nada consciente de si misma, o dicho de otro modo, no busca situarse por encima del espectador.
No está la cansina voz en off contando "érase una vez en Uganda..." ni ninguna otra de las habituales trampas en las que caen este tipo de películas, buscando una lágrima fácil que la mayoría de las veces no se consigue.
Solo con eso, la historia de Phiona ya suena a nuevo: vamos descubriendo su facilidad para el ajedrez al mismo ritmo que ella, con todo detalle, sin adelantarnos en ningún momento a su trayectoria.

Finalmente, el más redondo acierto es su protagonista, una debutante Madina Nalwanga, con un rostro que inspira serenidad, y cierta bondad carente en sus contrincantes.
Era difícil capturar la intensidad del ajedrez, pero con ese aliado de excepción las partidas cobran cierta vidilla que no se me ocurriría mejor capturada: casi se ven engranajes girar dentro de la cabeza de Phiona, buscando siempre la manera de adelantarse a una jugada que ella misma se obliga a no perder.
Cuando el entrenador Robert la elige para formar parte de su pequeña liga, sin haber tocado las piezas, solo porque ha tenido la valentía de enfrentarse y luchar, se puede entender su decisión sin necesidad de justificarla.

Los demás niños se toman esa liga como un entretenimiento de sus deprimidas vidas, pero Phiona empieza a ganar casi por inercia, sin esforzarse mucho.
Sigue siendo un juego, hay que reducirlo a un juego, para no pararse a pensar en todo lo demás que implica: cierta arrogancia, cierto poder de dominación, como una manera de establecer una línea que señoritos con cierto nivel económico no quieren ver cruzada. Pero a un contrincante le sigue otro, y después otro, y después apenas nos hemos dado cuenta (como ella) de que ya está volando más allá de esa línea.

'Queen of Katwe' no escapa a su naturaleza de drama deportivo: el ajedrez, como no, acaba convirtiéndose en metáfora para muchas otras cosas.
Pero es la honestidad de sus actores y de la historia lo que acaba vendiéndotela, porque sabes que esas mismas fronteras que le imponen a Phiona son diferencias que merecen ser alcanzadas, superadas y celebradas cuando desaparecen. ¿Y acaso se puede negar que la vida no tiene nada que ver con el ajedrez?
¿A veces no tienes que avanzar paso a paso porque no puedes dar más?
¿No sigues en oblicuo porque en línea recta no has podido?
¿Nunca has tenido que respetar las reglas para avanzar de determinada manera?
¿No se sacrifican peones que duelen en su pérdida para que el rey sobreviva la partida?
Pues eso.
La diferencia es que, esta vez, es la Reina la que hace jaque mate.

Y a veces, incluso, la única manera de ganar es seguir jugando.
Hasta que no queden más partidas que ganar, en la vida o en el tablero.
Charles
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de enero de 2017
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película producida por Disney que narra la historia de Phiona Mutesi, su vida en Uganda y el ajedrez como forma de superación.
Asimismo Robert Katende su entrenador y como el deporte puede ser motor de cambio.
Phiona nació en el lugar más humilde de Kampala, y la palabra humilde está más asociado al vocablo supervivencia y no solo es su historia sino la de su familia.
Empecé a verla sin grandes expectativas y sinceramente me conmovió, no solo por la historia en sí misma, sino desde lo fílmico, las actuaciones y el guion, se respira África, tal vez un africano me contradiga, pero yo esperaba algo muy Hollywood y por suerte no es así.
Guillermo Herrera
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de abril de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando huelo una película sobre África me lanzo sin paracaídas a por ella.
Mi pasión por ese continente por el que ya he recorrido más de veinte países, está fuera de toda duda y es tal vez por ello, que si se pueda dudar de que esta pequeña critica o comentario sobre la pequeña reina negra del ajedrez, no sea tan objetiva.
Nos encontramos en Kampala o mejor dicho en Katwe uno de sus barrios marginales, esta es la conmovedora historia de Phiona, una niña que en menos de cuatro años pasó de ser una vendedora ambulante de maíz en los arrabales de Kampala a campeona de Ajedrez.
Es una historia obviamente sensible y cierta (mucha atención a los créditos finales, que algunos culos del mal asiento se los suelen saltar y estos, ya veréis que son realmente originales e ilustrativos).
La banda sonora ciento por ciento africana, la fotografía, ciento por ciento africana, (no he visto otro continente con esos colores), El trio principal de actores, madre, hija y entrenador, ciento por ciento creíbles. África en estado puro, esta vez sin guerras genocidas ni nada por el estilo, es una historia viva y fresca, haciendo hincapié en que en cualquier momento cotidiano de la vida cualquiera de nosotros al margen de nuestra condición social, podemos ser tocados por el gran cambio y esa verdad nos permite soñar y creer. Dicen que hay muchos trenes que pasan por la vida pero sólo uno que nunca se debe perder. Es el tren de la oportunidad, por el que todos suspiramos, al parecer solo pasa una vez, pero yo no estoy tan convencido y lo veo más bien al revés, vida solo hay una, pero vías , cada vez más. Por lo tanto, si alguna vez crees perder tu tren, simplemente cambia de vía y tal vez venga otro mejor, porque nunca hay que dejar de creer.
Que disfrutéis de la película y de los colores de la madre África
Miguel Angel Corvinos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de abril de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Historia basada en hechos reales, narrada con cariño y apego por parte de su directora. Los intérpretes están estupendos en sus caracterizaciones y la película funciona a través de un montaje sensible, matizando la evolución dramática del relato. Es una película para tomar consideración y para no apartar la mirada porque sin ser reivindicativa, entabla empatía con el espectador sin demasiado esfuerzo...La infancia es la floración de nuestras sensibilidades...El prodigio es la infancia del conocimiento...De eso mismo trata esta historia.
Sotelino
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    Osânda (The Punishment)
    1976
    Sergiu Nicolaescu
    7,1
    (47)
    arrow