La espía de Argel

"Candlelight in Algeria" es un thriller británico de espías de bajo presupuesto rodado en tiempos de la II Guerra Mundial que funciona correctamente pero que resulta bastante rutinario y no aporta nada especial que no se haya visto.

La trama resulta sencilla y cuenta la historia de cómo una escultora estadounidense (Carla Lehmann) se ve involucrada en el peligroso mundo del espionaje en tiempos de guerra ayudando a un agente británico (James Mason) a huir de los nazis. El problema es que los personajes no están suficientemente desarrollados y uno, por momentos, no entiende bien los motivos por los que actúan de una u otra forma. La corta duración del film ayuda a que el ritmo sea ágil y resulte entretenida pero, por contra, dificulta el desarrollo de una trama y unos personajes no del todo bien definidos.

James Mason está correcto en una época en la que era un actor muy ocupado en la industria cinematográfica británica tanto en papeles secundarios como principales, antes de llamar la atención de los cineastas estadounidenses y encontrar la fama internacional. La réplica femenina se la da la actriz Carla Lehmann, en su segunda colaboración juntos.

A destacar la fotografía en blanco y negro de Otto Heller, especialmente en las escenas de la Casbah en Argelia.