Entre ladrones anda el amor (Aventura en Bombay)

Si, la película son ellos, es divertida, ingeniosa, y ellos… son ellos.
Ladrones auténticos, si, de esos que incluso se roban los unos a los otros…

La primera parte de la película (un sobresaliente), se merecía una segunda a su altura, (y tenemos un notable, no es para quejarse) ¿se podían haber ahorrado algo de guerra? Quizás, pero era 1941, tal vez no pudieron “evitarlo”.
De cualquier forma, es una buena película con dos estrellas con mucha química entre sí.
La película son Clark y Rosalind, Gable y Russell
Merece la pena verla. Que no les engañe el suficiente en la nota… es mucho más

Fallida comedia para el exclusivo lucimiento de la pareja Rosalind Russell y Clark Gable -llegaron a trabajar en tres películas- basado en un desquiciado guión de argumento simplemente estúpido, lleno de situaciones poco verosímiles, en una historia de un par de pillos a la búsqueda de una joya en Bombay y Hong Kong en los momentos de la invasión japonesa. Lo que empieza como una tontorrona comedia termina convirtiéndose en una torpe película de guerra tirando a cierto aire indigestamente patriótico. Ni siquiera la profesionalidad de los protagonistas, especialmente Clark Gable con su enorme presencia física, consiguen que la película sobrepase el estado de absoluta mediocridad indigna de un director capaz de rodar una soberbia obra maestra como “Intruder in the Dust” (Han matado a un hombre blanco, 1949). Un humillado Peter Lorre aparece ridículamente caracterizado como chino. Impagable.

Pasable comedia romántica, a pesar de un muy prometedor inicio y de el talento y química de la pareja protagonista, evidente en todo su esplendor y plasmado en toda la cinta, Gable y Russell. Creo, que falla el desenlace, que se decidió por no profundizar entre la relación romántica de los dos personajes e incluir una especie de conflicto bélico entre japoneses , chinos y británicos, donde, Gable, hace gala de su presencia central y termina por ser una especie de Rambo moderado, y algo fuera de lugar. Si Clarence Brown y los guionistas del film, hubieran seguido desarrollando con el acertado humor, dejando fluir el magnetismo de las dos leyendas que tenían entre manos, estaríamos hablando de una película memorable. No fue así y termina siendo una más. Agradable, eso sí. Pero te deja el sin sabor de que te faltó algo y todo por tener al gran dúo en pantalla.De todos modos, recomendable para un buen rato.