Solos

Jorge Olguín es un caso curioso dentro del cine chileno, es el único director nacional que se ha dedicado de modo constante al genero de terror, siendo esta su tercera película…y en todas ha cometido una y otra vez los mismos errores.

En serio, esta película tiene los mismos defectos que sus dos películas anteriores:

-Un pésimo guión, por un lado es extremadamente simple, -o, si lo prefieren, casi no hay historia- y hay demasiados flashbacks de la niña con su madre, que no aportan en nada a la trama, y casi parece que es solo para rellenar metraje.

-A pesar de su sencillez, hay demasiadas inconsistencias si uno escarba un poco la superficie, por ejemplo, ya que los niños no están infectados/no se infectan ¿Por qué los militares intentan matarlos? No tiene sentido, a menos que el mensaje sea: “los militares son malos”

-Malas actuaciones, entendible en parte porque los protagonistas son niños, y es difícil encontrar talentos innatos como el chico de El sexto sentido, pero incluso los -pocos- actores profesionales que hay actúan mal, no se puede hacer mucho si sus personajes tienen una personalidad inexistente.

-Los personajes no tienen personalidad, son totalmente planos, no tienen un trasfondo que permita empatizar con ellos y que nos importe lo que les pase. Ni siquiera la niña protagonista tiene n algo parecido a una personalidad propia, por muchos flashbacks que tenga con su madre.

-La película esta hablada en ingles, pero este es pésimo, un ingles sumamente deficiente, casi vergonzoso tomando en cuenta que es así para atraer un publico mas internacional.

-Parece como si detrás de esta película hubiera algún tipo de mensaje, una alegoría política o metáfora, como una denuncia del fascismo, una referencia al régimen militar de Pinochet o “el hombre es el lobo del hombre”, pero no la hay, o es demasiado torpe y se pierde detrás de tanta sangre –no tanta- y gore –no el suficiente-.

Jorge Olguín conocido por «Sangre eterna» o «Feroz» se pone tras las cámaras para dirigir «Solos» («Descendents»), una película sobre un mundo en el que el sol se apaga y los hombres parecen caer presa de una infección zombi hasta que unos niños «especiales» por inmunes al ataque de los zombis hacen acto de presencia. En el papel protagonista a Camille Lynch como Camille.

Se trata de una película de terror con toques de drama y ciencia ficción que transcurre en dos períodos. Uno de ellos en el presente donde vemos a Camille sola en el mundo y otra en el pasado que nos narra cómo fue que llegó hasta ese punto. La edición de la película, la idea, todo está bien pero el hecho de que apenas haya diálogo y un ritmo más bien lento matan la película haciendo que lo único que quieras ver sea el final, ¡y vaya final!

Los actores están bien si tenemos en cuenta que la mayor parte del tiempo lo que vemos son niños que como ya digo casi ni hablan. Solo Camille nos narra el mundo desde su punto de vista y es a través de la que vemos lo que nos rodea en la película. Los adultos solo se ven en las escenas retrospectivas y se nota que algunos tienen carencias.

No tiene metascore ni tomatá así que me aventuraré a decir que se puede ver aunque sea aburrida y que por el final puede que incluso te guste un poco más, hasta ahí puedo leer.

Un mensaje corto para los que odiaron Solos. Jorge Olguín y su equipo no tuvieron bastaaaante dinero ni muchos recursos cómo para hacer una súper mega película de zombis con mucho presupuesto. Por lo menos agradezcan el esfuerzo que el y su equipo hicieron.

Para comenzar, la trama es buena. Es bastante original. La trama, la música y los efectos del clima en la película hacen de la película algo deprimente. Ósea, piénsenlo. Un montón de niños sobreviviendo al apocalipsis solos, sin sus padres. Eso da como pena y tristeza. Para continuar, la banda sonora....La banda sonora, hermano. Es la mejor banda sonora que he escuchado en el cine chileno. Y probablemente la única banda sonora buena del cine chileno que he escuchado.

Pero como cada película de zombis, algunas tienen que tener unos cuantos errores. Esta, por ejemplo, los tiene. Ósea, no voy a culpar los efectos visuales de la sangre que se derraman en la pantalla que son....baratos. No los culpo. Lo que si tengo que culpar son las escenas raras y extrañas involucrando a la madre de la niña protagonista, un pulpo gigante y el final. Ósea, ¿se supone que los niños son anfibios o se transformaron en zombis? Ah verdad, son inmunes a la infección.

De todos modos, es una buena película, aparte de todo lo extraño. La banda sonora: Impecable. Los efectos del clima: Buenísimos. Con el paso del tiempo, la película ha sido olvidada, pero no por mi. Me quito el sombrero ante Jorge Olguín y su equipo por el esfuerzo que le pusieron a esta película. Me quito el sombrero.