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El planeta de las tormentas

Ciencia ficción Tres naves sovieticas - Sirus, Vega, Capella - se encuentran en misión hacia Venus. Pero Capella es destruida por un asteroide y toda la operación es puesta en peligro. El comando espacial de la Tierra les ordena a los astronautas aguardar 4 meses hasta la llegada de una nueva nave para completar el trío; pero la tripulación elabora un plan y deciden descender por tandas a Venus. El primer descenso culmina en el choque del planeador ... [+]
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
21 de enero de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aventura espacial de serie B, con los ideales espaciales y patrióticos de la astronáutica soviética.

Se narra la aventura del primer viaje tripulado hacia Venus, en el que los cosmonautas rusos son los primeros en lograrlo. La expedición aterriza en su superficie y la recorre, encontrándose varios peligros no previstos. Su escenografía refleja las ideas que por entonces se tenía del planeta: un sitio pantanoso con animales extraños y con el aire saturado de humedad, con volcanes y muy parecido a la Tierra en sus inicios, ideas éstas muy distintas a los datos reales: un yermo hostil con temperaturas de hasta 480º y una presión atmosférica inaguantable, corroborado por los únicos objetos humanos que han aterrizado en su superficie, las sondas rusas Venera.

El filme de Klushantsev presenta un ritmo adecuado y una fotografía venusiana muy cuidada, con filtros amarillos que dotan de mayor realismo a la cinta. Se pretende hacer ciencia-ficción de puro entretenimiento, sin la profundidad de Andrei Tarkovsky y más cerca de las producciones norteamericanas de serie B, sin prescindir del obligado mensaje comunista y la exaltación del orgullo patrio.

A pesar de la evidente falta de presupuesto, el diseño de producción y las criaturas no carecen de imaginación, y todo el conjunto respira narración clásica, lo que hace del filme de Klushantsev otro interesante ejemplo de la ciencia-ficción soviética de mediados de siglo.
Richy
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19 de marzo de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprendente y notable película soviética de aventuras espaciales en el planeta Venus. Aunque está la típica propaganda subliminal (y no tanto) soviética (con un curioso y sorprendente comentario machista), el filme rápidamente se centra, sin complejos, en el complejo aterrizaje de Venus, el rescate de parte de la tripulación y las aventuras que sufren los osados cosmonautas en un ambiente hostil, enfrentándose y disparando a distintos y variopintos peligros: extrañas criaturas reptiloides en zonas pantanosas, plantas carnívoras, erupciones, grandes saurios, extraños pulpos en un fondo marino lleno de vida, robots medio locos y quizás, una enigmática civilización. Las escenas se suceden rápidamente y, si eres comprensivo con un filme añejo de los años 60, se ve con agrado, venciendo este filme a las películas de serie B americanas en su terreno. ¡Son aventuras en un planeta peligroso, ni más ni menos!

La ambientación es más que correcta, con una tecnología próxima a aquellos días, unos trajes creíbles y unos diseños de naves aceptables. ¡Incluso la chica vuela en gravedad cero! No obstante, choca que los astronautas vayan armados con pistolas automáticas. ¡qué previsores! También disponen de un vehículo que se desplaza sobre el aire. El sugerente diseño del robot, con sus limitaciones, se aleja de esos robots ridículos de la factoría Corman y nos recuerda al robot malvado de "Saturno-3" y en sus andares y extremidades a "Robocop".

Este filme ha inspirado a otros posteriores, como " Planeta rojo" (2000), que copia situaciones del film soviético como el impacto de meteoritos en las naves, la necesidad de que un tripulante quede orbitando, o que la supervivencia de los cosmonautas se ve en peligro por un robot medio-loco. También fue vampirizado por Roger Corman, en dos filmes: "Viaje al planeta prehistórico" y "Viaje al planeta de las mujeres prehistóricas", añadiendo escenas y remontando el filme para su distribución estadounidense.

Es un film a descubrir, viéndolo con ojos de un aficionado a la sci-fi añeja, sin complejos, y descubriremos conceptos volcado en otros filmes estadounidenses posteriores.
Quinto Sertorio
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25 de febrero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Merece ser vista sólo por curiosidad, pero además resultará encantadora si se ve con los ojos adecuados. Modo suspensión de incredulidad al máximo, y a disfrutar de sus dislates.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Exhistoribus
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14 de enero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este año, dentro de los Sitges classics, han realizado un ciclo llamado "Red planet Marx" dedicado al desconocido cine de ciencia ficción ruso; toda una delicia para los amantes del género e investigadores de curiosidades como éstas.
Nosotros pudimos asistir a la doble sesión en el cine Prado de "Doroga k zvezdam"(Road to the stars) de 1958 y "El Planeta de las tormentas" (Planeta Bur"), de 1962. Dos piezas dirigidas por Pavel Klushantsev verdaderamente sorprendentes y curiosas realizadas en Rusia en plena Guerra Fría, donde la lucha encarnizada con Estados Unidos por la conquista espacial estaba en pleno apogeo.
Planeta Bur (El planeta de las tormentas) es un ejemplo de cine de ciencia ficción hecho con un mínimo de medios.
En el film, tres naves soviéticas - Sirus, Vega, Capella - se encuentran en misión hacia Venus. Capella es destruida por un asteroide y toda la operación es puesta en peligro. La tripulación elabora un plan y deciden descender por tandas al lejano planeta.
Una vez que los tripulantes llegan a la superficie de Venus, deberán enfrentarse a monstruos prehistóricos, enfermedades y plantas carnívoras, además de descubrir los posibles indicios de una civilización ya extinguida.
Un film que a pesar de que llegó en un momento en que la edad de oro de la ciencia ficción de los 50 estaba acabando, es una muestra muy entretenida y encantadora de lo que se hacia en Rusia dentro del género.
Un delirio con efectos especiales de saldo, dinosaurios de medio pelo y actores más fríos que el simpático robot que les acompaña en la misión (especie de clon del que aparecía en Planeta prohibido).
Planeta Bur, no obstante, es imaginativa y presenta una muy sugerente ambientación en Venus con un filtro en la imagen anaranjado que ayuda a ambientarnos en el planeta.
Un divertimiento asegurado por sus encantadores efectos especiales, situaciones alucinógenas y delirantes.

(https://orientparadiso.blogspot.com/)
Chacal
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19 de junio de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El planeta de las tormentas (1962) es una de las obras cumbres de la ciencia ficción, no solo soviética, sino universal. Se trata de una pionera que dentro de la ciencia ficción abre un camino que sería notablemente explorado con posterioridad, como serían los viajes cósmicos. La película está dirigida por el maestro Pavel Klushantsev, un cineasta que realizó numerosas películas dentro del género como Road to the Stars (1958) o Luna (1965).

Pocas películas anteriores a el planeta de las tormentas habían prestado atención al propio viaje en sí. Esta es una novedad que aporta Klushantsev y que sería imitada por numerosos filmes soviéticos posteriores. Además podemos comparar el filme con la propia idiosincrasia soviética en contraposición con la visión estadounidense de la ciencia ficción. Y esto ya en los primeros letreros, cuando se nos advierte que la película ha contado con la supervisión de varios científicos que han asesorado el filme. Esto no quiere decir que no nos encontramos auténticas chorradas (ya para la época), como son por ejemplo las apariciones de los dinosaurios (sí, tal y como suena), pero esta son una concesión al espectador medio, que soviético o americano, buscaba desde un primer momento.

Sin embargo, más allá del puro entretenimiento y de deleitar al espectador con dinosaurios y escenas de acción, hay en esta cinta y en general en la ciencia ficción soviética de los años sesenta, un cariño especial por querer mostrar cientos puntos científicos que podrían hacer creíble y realista la atmósfera. Un pequeño ejemplo: Aquí se nos da las condiciones atmosféricas y generales de Venus, con lo que se nos da a entender que los personajes pueden pisar el planeta. En un filme americano coetáneo las explicaciones o habrían sido innecesarias o mucho más cortas. Es más, uno de los miembros de la tripulación es una mujer, algo normal para la URSS (recordemos que la primera cosmonauta mujer fue la soviética Valentina Tereshkova) pero más extraño en el ámbito norteamericano.

La película, que está basada en la novela de Alexander Kazantsev (el escritor que introdujo en la lengua rusa la palabra "extraterrestre"; Interpplanetariy) sigue en realidad gran parte de la obra de Verne. Podríamos decir, que la película combina la visión moderna de la ciencia ficción, como es el viaje por el espacio, con aspectos más arcaicos de aquella ciencia ficción que nos recuerda a autores colosales como Julio Verne. Por ejemplo, la película nos presenta una serie de dinosaurios, como si el planeta Venus estuviera habitado por ellos. Algo, que recuerda novelas como "Viaje al centro de la tierra", donde al fin y al cabo, el viaje tan largo que hacían los protagonistas les llevaba a un mundo prehistórico, que es la misma tónica que nos encontramos aquí.

Y cierto que es un tanto decepcionante en este aspecto, porque después de un inicio ciertamente prometedor con esas conversaciones en el espacio, perdemos reflexión con una bajada más al lodo de la scifi comercial, que nos presenta a los muñecos de los dinosaurios enfrentándose contra la tripulación soviética.

La película cumple uno de los objetivos que se propone, como es la reconstrucción del planeta Venus. Para ello el filme se ambienta en unos terrenos desérticos que unidos a la fotografía de Arkadi Klimov dan efectivamente la sensación de estar otro mundo. Los tonos arananjados, los propios dinosaurios...Todo consigue fundirse en un planeta que teniendo en cuenta los pocos recursos con el que se disponía en aquellos momentos, consigue unos resultados muy satisfactorios.

Y como venía siendo habitual con estas películas soviéticas de ciencia ficción, la obra fue comprada por la productora de Roger Corman, quien hizo un remontaje de la película para que pudiera ser estrenada en los Estados Unidos. El filme se estrenó en el 1965 bajo el título de Viaje al planeta prehistórico (1965), por supuesto sin ninguna alusión a que se trataba de una cinta de producción soviética. 

Conclusión

Nos encontramos ante una película solo apta para el núcleo duro de los amantes de la ciencia ficción. Para ellos la película puede que sea una auténtica joya, tamizada por el exótico gusto de ser una producción soviética.

Crítica escrita para https://cinemagavia.es/
Kyrios
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