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Nuestros mejores años

Drama Cuarenta años a lo largo de la vida de cuatro amigos, desde los años ochenta hasta la actualidad, que corren paralelos a las transformaciones en Italia y el mundo durante ese tiempo.
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Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
11 de diciembre de 2020
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gabriele Muccino, después de haber dirigido películas en Estados Unidos como Siete almas o En busca de la felicidad, sigue en la línea de sus orígenes y presenta un film muy italiano. Esa identidad puede apreciarse en las conversaciones a voces, el exceso de sentimientos sin ningún pudor, los planos de la ciudad romana, o la envolvente banda sonora de artistas nacionales.

La cinta recorre la vida de cuatro personas desde su juventud ilusionada hasta la actualidad, mostrando los cambios tanto exteriores como interiores. Durante cuatro décadas, el mundo evoluciona en gran medida –surgen nuevos movimientos políticos en Italia, se destapan casos de corrupción, cae el muro de Berlín, tiene lugar el atentado de las Torres Gemelas– y los personajes también sobrellevan múltiples vaivenes: amores, frustraciones profesionales, divorcios, mentiras. Todas estas circunstancias calan de manera diferente en cada uno, lo que se refleja en la transformación de sus ideales. Mientras unos modifican su manera de ver la realidad, alguno se mantiene firme en sus creencias.

Las más de dos horas de duración acentúan el tedio al ver a los protagonistas tomar malas decisiones y echar a perder sus vidas. Además, hay numerosas roturas de la cuarta pared y frases sentimentalistas que pueden resultar cansinas. No obstante, la conclusión redime a las cuatro figuras que han hecho sufrir al público, deja con buen sabor de boca y transmite con efectividad el mensaje principal: a pesar de que la vida da muchas vueltas, la amistad (forjada en la adolescencia) permanece a lo largo de los años y marca la madurez.

Aunque abundan las escenas evidentes, el director elabora algunas metáforas bonitas e interesantes como hace con el pájaro de uno de los chicos. Y también obsequia con clips magistrales como la subida de Gemma por las escaleras, haciendo que los momentos nostálgicos o del paso del tiempo destaquen y resten importancia a aquellos más estereotipados.

Lo más satisfactorio de Nuestros mejores años es la eficacia con la que subraya la importancia de las relaciones y el perdón después de abrumar a la audiencia con las incesantes equivocaciones de los cuatro amigos. Eso sucede gracias al gran trabajo del reparto y a las canciones sobrecogedoras, que acaban de redondear la experiencia.

www.contraste.info
Revista Contraste
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9 de diciembre de 2020
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una magnífica historia de amistad que se cuenta a lo largo de cuatro decadas, desde los años 80 hasta hoy. En las que cuatro amigos tendrán todo tipo de encuentros y desencuentros, amores y desamores.

Todo comienza con Giulio, Paolo, Riccardo y Gemma, cuatro amigos con 16 años rebeldes y soñadores. A medida que crecen sus vidas tomarán diferentes caminos, uno de ellos se convierte en un abogado prestigioso, otro en un profesor de literatura, y otro que malvive con trabajos precarios. Gemma es la chispa de esta historia, tiene enamorados a los tres y consigue casarse con uno de ellos. 

Duodécimo largometraje de Gabriele Muccino, que también escribe conjuntamente con Paolo Costella. Muccino es un director muy experimentado en dramas familiares con títulos como "En busca de la felicidad","Siete almas" o "El último beso", sabe manejar muy bien a los actores y que den todo de sí. Entre ellos habría que destacar la interpretación de Micaela Ramazzotti (Maldita primavera) como Gemma y la de Pierfrancesco Favino como Giulio.

Decisiones acertadas y otras no tanto harán que lleguen a la vida adulta y vean la vida de otra manera, a pesar de tener algunos momentos entre ellos conflictivos, la amistad persiste y el planteamiento juega bien con la realidad que vivimos y nuestros recuerdos, por lo que termina enganchándote la película muy bien.  Fotografía y ambientación muy cuidada y todo ello acompañado por una soberbia música de Nicola Piovani hacen del film una auténtica delicia.
Destino Arrakis.com
videorecord
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11 de diciembre de 2020
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muccino es el responsable de películas como 7 almas o En busca de la felicidad, obras en las que la emoción y el sentimentalismo están muy presentes. Con Gli anni più belli (título original) no podía ser de otra manera, y el cineasta italiano sabe tocar muy bien esa tecla, jugando con una nostalgia, que a quien más quien menos le ha atrapado en algún momento de la vida.

Es en ese punto, el del anhelo, cuando la película de Muccino te pesca. Caes en su red y te dejas llevar, merced a unos personajes deliciosos y muy bien interpretados por todo el elenco. El director romano sabe llevar en todo momento el desarrollo de sus protagonistas, haciéndoles vivir situaciones verosímiles, y con las que el espectador siempre va a empatizar. En cualquier momento de tu vida has sido uno de ellos. Y si encima transcurre por las calles de Roma, imposible no rendirte ante todo esto.

A ti, a mi, a todos, nos ha engullido el amor, los sueños de un trabajo ideal, pero también la decepción por un amigo, que dejó de ser el que era para convertirse en alguien a rechazar. Y así, los primeros años de adolescencia y juventud que retrata la película de Muccino, a mi me convencen. Es más, me encantan. Pero a medida que los cuatro amigos van madurando, y se ve la intención del realizador italiano, de hacer un paralelismo con la nueva generación que viene empujando, pierde la fuerza del principio. Me desengancho.

También, porque trata de abarcar más de lo necesario, desde el punto de vista histórico, lo que entorpece un poco más la evolución del argumento. Lo que no es óbice para que una vez terminada, salgas con una sonrisa de oreja a oreja del cine. Y sí, también te seques una lágrima, porque de repente te ha invadido el recuerdo de aquel primer beso o la primera juerga que compartiste con tus amigos, hoy padres agobiados por las facturas.

Que es fácil ganar con esos ingredientes es evidente. Pero también supone un riesgo de caer en clichés que aquí, afortunadamente, no se da. Con lo que Nuestros mejores años es una buena apuesta para reencontrarse con los cines en un año que ya toca a su fin.

Más datos sobre esta y otras películas en www.argoderse.com
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Argoderse
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13 de diciembre de 2020
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La melancolía por los mejores momentos del pasado y el desencanto porque no volverán y no todo haya salido como se planeaba por aquel entonces son sentimientos que, aunque sinceros, resultan particularmente delicados de llevar a la ficción en general y a la pantalla en particular. Pese a ello, Gabriele Muccino se ha atrevido a desempolvar su mandolina y marcarse una versión muy personal, 'all’italiana,' de Dolores Se Llamaba Lola, bajándole uno o dos tonos de pesimismo. Eso es, en esencia, Nuestros Mejores Años.

El cineasta romano, completado ya su periplo en las Américas, vuelve a convertirse en la voz de una generación, casi dos décadas después de un hito generacional como El Último Beso, la película que lo puso en el mapa a nivel internacional. En esta ocasión la misión es incluso más ambiciosa, pues la crónica se extiende más de tres décadas en el tiempo, desde la adolescencia hasta bien avanzada la mediana edad, cuando es la siguiente generación la que empieza a escribir su propia historia. Pero también, y sobre todo, por el carácter universal que reviste, por trascender el contexto espaciotemporal tan concreto en el que se ubica y convertirse en una elegía a la amistad duradera.

El relato se desarrolla a través de una hábil alternancia entre los distintos hitos vitales (para bien y para mal) del cuarteto protagonista, en la que los enredos y los males de amores operan como principales catalizadores y a la vez puntos de inflexión, con la siempre hechizante Roma como telón de fondo (no falta el guiño de rigor a La Dolce Vita). Los distintos eventos históricos que se insertan en la narración, ya sea de manera nuclear o circunstancial, imprimen una mayor riqueza al conjunto, pero en todo caso tienen una función primordialmente contextual, pues, como ya he dicho, la universalidad es la característica más singular de la película.

Muccino cuenta de manera muy acertada con “tres mosqueteros”, como Kim Rossi Stuart y sus ya habituales Pierfrancesco Favino y Claudio Santamaria, y una D’Artagnan como Micaela Ramazzotti, cuatro de los actores más relevantes del cine italiano del siglo XXI y en buena medida coetáneos del cineasta, y por tanto, pilares igual de importantes en este retrato generacional. La intensa expresividad (al borde de la sobreactuación) de lo transalpino, a excepción de un contenido Rossi Stuart, ayuda a digerir mejor el dramatismo de los distintos eventos de un relato, que también cae en algún que otro lugar común, pero que ofrece un resultado final no solo reconfortante, sino también inspirador.
Skorpio
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10 de septiembre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se dice que durante una vida los verdaderos amigos se pueden contar con los dedos de una mano. Personalmente creo que sobran dedos. Gabriel Muccino (1967) se las ingenia con habilidad cinéfila para contarnos la de cuatro amigos, tres hombres y una mujer que comparten juventud con Muccino en los 80 italianos y a los que el paso del tiempo les zarandea como a todo hijo de vecino poniendo a prueba los límites de dicha amistad que acaba por resistir sus embates con el telón de fondo de la no menos azarosa evolución de la sociedad italiana. Muccino reconoce la influencia y la inspiración de maestros como Escola o Fellini a los que homenajea.

La solidez de sus interpretes principales con mención destacada a Micaela Ramazzotti apuntalan esta historia de encuentros y desencuentros, de errores y aciertos vitales y mucha nostalgia de aquel "divino tesoro", la juventud, que se va para no volver. De segundas y hasta terceras oportunidades, de trenes que se alejan dejándote en el andén de lo que pudo ser y no fue. La "dolce" y puñetera vida.

cineziete.wordpress.com 
ELZIETE
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