Wayward Pines: Estar en el paraíso- Episodio piloto (TV)

Dirigido por Shyamalan, este piloto es eso principalmente lo mejor que tiene, la dirección. Por lo demás no deja de ser, por lo menos en su primer capítulo, una de tantas series de hoy día.
Los actores correctos (Terrence Howard el mejor) al igual que la producción. Pero donde la serie quiere tener su sello, es precisamente donde me deja frio, el supuesto "clima". No es que no sea tenso, ni denso, ni irrespirable como nos quieren vender, es que es poco atractivo y algo insustancial. Creo que es por la mezcla de conceptos visuales en el pueblo en cuestión (una mezcla entre el primer Silent Hill de psx y algo de David Lynch), que no encajan bien a mi modo de ver. Tampoco causan en mi impresión (de momento) las preguntas y misterios que se esconden en la trama, que me hacen recordar a Shutter Island pero con menos fuerza.
El problema es que sigo esperando que vuelva el mejor M. Night Shyamalan y quizá no lo haga aquí...

Comencé a ver el piloto con un poco de "cuidado" porque hay historias parecidas que han resultado no muy buenas. Aqui la actuación es pareja, el libro en el que está basado es de una trilogía de 2012 editada en USA. Promete al comienzo y cumple hasta el final, una ajetreada carrera de suspenso y angustia atraves de momentos que van hilvanando una historia que atrapa. Espero que cada temporada sea uno de los libros y no la alarguen. Le tengo fé. Vale la pena verla si uno es amante del suspenso y lo extraño......

Tras haber visto el primer capítulo, y tratar de olvidar que el señor Shyamanlan hizo aquel engendro de "Airbender", no opino de "After Earth" porque no la he visto y mucho me temo que tampoco será algo digno de recordar, me reconcilio con él en Wayward Pines a pesar de que deja un regusto a haberlo visto antes, a pensar: ¿pero esto no salía en....?, ¿pero esto no es muy parecido a...?, un regusto, salvando distancias, por supuesto, a "Twin Peaks", a "Las mujeres perfectas", a "El show de truman", un batiburrillo de todo un poco, pero el ambiente, la atmósfera tan oscura a la par que desazonadora le da un punto, por ahora, que te deja con ganas de saber que es lo qué realmente ocurre en el supuesto pueblecito idílico.

El reparto es quien además de arrastrarnos a preguntarnos: ¿pero qué le pasa a este/a?, es lo más memorable de la serie, un Matt Dillon que siempre está a la altura que le exigen, que no consigue darte pena en la situación en la que está porque intuyes que hay algo oscuro dentro de él... esperemos que sea así para que le dé más salsa a la serie, que de hombres buenos están llenas las series canceladas.
Un Juliette Lewis que siempre deja ese rastro de perdida y emponzoñada, de no saber si meterla en la lista de los chicos buenos o de los de no fiar.
Y un impresionante Terrence Howard que va y viene como un ente no sé si protector o condenatorio por el pueblo que parece gobernar.

Tras el primer capítulo quedan mil flecos en el aire que pueden atarse o enredarse de mil maneras, y unos secundarios que te apetece ver para saber por que lado van a tirar, que hay tras ellos, y que juego tienen en este lugar, porque nada parece estar ahí porque sí.

Esperemos que vaya a más, porque tienen abono para ello, y que le pongan a un señor o señora con látigo a Shyamalan para que no se aparte de la buena senda.

No es que sea yo un gran seguidor de M. Night Shyamalan sobre todo desde que decidió que su universo particular era el dinero y no la creatividad. Es de esos directores que cayeron en barrena despues de dejarnos boquiabiertos a todos. ¿El motivo? Algunos proyectos cinematográficos realmente estúpidos ("Airbender" o "After Earth") que dinamitaron las esperanzas que habíamos depositado sobre él. Y ahora, de repente, el mago vuelve a reaparecer por sus fueros y nos regala esta serie llamada "Wayward Pines" que, sin ser la obra maestra que pretende, es un divertimento de lo mas estimulante, simple e inteligente. Es buena televisión, sin mas. Muy buena, para ser honestos. ¿Que es "Wayward Pines"? Es difícil de describir a pesar de la claridad y la simpleza de la propuesta, podríamos decir que es un cruce entre "Twin Peaks" y "El bosque". O sea, un cruce entre David Lynch y el propio Shaymalan. Un concepto no demasiado original pero que funciona a la perfección gracias a este (espectacular) capitulo piloto y a un Matt Dillon que funciona perfecto como su desorientado protagonista. SI a eso le sumamos un planten de secundarios espectacular (Terrence Howard comiéndose el helado es la mejor escena del capitulo), una puesta en escena magnifica y una dirección sobria, nos encontramos con una de esas ficciones televisivas (como era "Expediente X") de la que siempre queremos mas aunque siempre nos ofrezcan lo mismo. Aunque desengañémonos, "Wayward Pines" no es "Fargo" ni cualquier producción de la HBO. Esto es un divertimento puro y duro disfrazado de intriga sci-fi y surrealismo por doquier. Una estupenda propuesta que te deja con ganas de mucho mas y que promete una serie (anuncian miniserie de 10 capítulos) de lo mas trivialmente estimulante. Comenzamos bien...

Encontrarse a Matt Dillon, Juliette Lewis y Melissa Leo en una película puede ser sencillo, pero hallarlos a los tres en el primer capítulo de una serie ya es un punto a favor de lo que viene pasando en este género televisivo. Para algunos, lo mejor del cine contemporáneo se encuentra en las series. Otros, mucho más ortodoxos, mantienen la esperanza de que las películas sigan valiendo tanto como otrora. Hay para todos los gustos. Lo cierto es que los fanáticos de filmes y de series ganamos por parejo con las grandes aproximaciones que hoy día se hacen a nuevos modelos para narrar, para intrigar, para enredar, que se dan desde la televisión y sus súperproducciones.
Wayward Pines viene ahora a sumarse a la lista de prometedoras historias que, surgidas de una saga literaria, se van a complementar con la propuesta audiovisual. Se subraya aquí "prometedoras" porque eso es precisamente el primer capítulo de la serie, un despliegue de llamados de atención narrativos para que el espectador empiece a convencerse de algo y luego vaya replanteando sus ideas iniciales. Un juego macabro del que muchas veces nos gusta participar: eso pinta desde los primeros minutos Wayward Pines. Ojalá el impulso, el ímpetu narrativo, la fuerza de los personajes que comienzan a emerger con cierta distorsión temporal y hasta geográfica, se mantengan por mucho rato. El desafío es precisamente que lo que se logra en capítulos de libros, en filmes de dos horas, pueda ser consistente en temporadas anuales de capítulos.