Illuminata

Film independiente, segundo largo de John Turturro, en el que interviene como realizador, actor, coguionista y coproductor. Adapta al cine la obra teatral "Imperfect Love", de Brandon Cole. Se rodó en New Jersey y NYC, con un presupuesto estimado de 1 M dólares. Fue nominada a la Palma de oro a la mejor película.

La acción tiene lugar en NYC, en los primeros años del XX, en torno a 1905. Narra la historia de un autor teatral, Tuccio (John Turturro), dramaturgo de una modesta compañía de teatro de NY, que desea que se represente su nueva obra, "Illuminata", todavía inacabada, escrita pensando en la que es su esposa, el amor de su vida y la directora de la compañía, Raquel (Katherine Borowitz). Los empresarios del teatro se oponen porque prefieren poner en escena "Casa de muñecas", de Ibsen. Los actores complican la situación, a la que añade dificultades el crítico Humberto Bevalaqua (Christopher Walken). Una cadena de enredos sentimentales y profesionales, alimentados por celos, vanidades y envidias, da lugar a una farsa erótica que explora aspectos del amor, como concupiscencia, devoción romántica, traición, ambición, lealtad, homosexualidad y lujuria.

La obra crea una obra de teatro dentro del teatro, que se explica con los ojos del cine. En este sentido guarda similitudes con "Shakespeare In Love" (1998). Ensalza el teatro, el mundo que lo rodea, actores, autores, empresarios, críticos y público, en una apuesta imaginativa que resalta la superposición de ficción y realidad. La vida y el teatro son realidades juxtapuestas, complementarias y equiparables, con bandas comunes susceptibles de ser confundidas. La obra establece que nadie es ajeno a la realidad del teatro ni al amor en sus múltiples formas. La galería de personajes es magnífica: la diva presa de dudas morales, la actriz de serena belleza, el actor veterano, el joven inexperto, el crítico excéntrico y las figuras de la comedia del arte Beppo y Marta. Combina una historia de amor con una farsa de tono agridulce, cómico, iconoclasta y disparatado, que sugiere que el amor tiende a ser frágil y poco duradero. Son escenas destacadas la de la masturbación, la del sexo oral, el imprevisto relato ante el público por Tuccio de una vibrante historia de amor y sufrimiento, la de su obra, que el público reclama.

La música ofrece una partitura clasicista de una formación de piano, guitarra, cello, oboe, violín y flauta, a la que se añade el 2º movimiento del "Trío de piano nº 1", de Johannes Brahms y la "Fanfarria de Tuccio". La fotografía resalta los lances cómicos, los enredos amorosos y la singularidad de los personajes. El guión mantiene un ritmo intenso, con escasas alteraciones y algunas sobreactuaciones. Las interpetaciones del elenco, que integra grandes actores y actrices, son brillantes. La dirección crea una obra inusual y desconcertante, pero digna e interesante.

La película es un homenaje al mundo del teatro y a los que se dejan seducir por su fascinación.

Quiere ser una película de "arte y ensayo", donde se suceden una serie de escenas más o menos dramáticas o cómicas, pero todas ellas deslavazadas y sin nada que les dé sentido en conjunto.

¿Se trata de una alegoría de la vida? ¿O más bien del teatro? ¿O de las pesadillas de John Turturro?

Una película como esta, realizada por un gran actor y hombre del cine como John Turturro, merece una oportunidad para contemplarse. De ahí a que pueda realmente convencer hay mucho trecho por recorrer. A mí, particularmente, me ha parecido una película supremamente deforme en su construcción y, por supuesto, en su estructura. Está hecha como un amasijo de escenas que deslumbran por un buen nivel (teatral) de actuación que hacen creíble lo que ocurre tras bambalinas del escenario, pero carece de la energía para formularse una historia que le dé mayor claridad a todo lo que se ha querido contar.