The Scarlet Horseman
4 de diciembre de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me acuerdo del pitido que sonaba cada vez que aparecía "El Jinete Escarlata" - ¡ piiiiiiiiiiiiiiiiiii-pi-pi-pi-piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii !- repetido varias veces, cabalgando para rescatar a alguien en apuros. Él avisaba, para que no dijeran los malos que les había pillado por sorpresa.
Traje reluctante - la película era en B/N - parecería un paso de Semana Santa si no fuese porque no llevaba capirote, tan solo la tela cubriéndole la cabeza y alargándose hasta formar una capa que se cimbreaba con el viento al galopar. Un superhéroe del Oeste - tan en boga en los USA- como el Jinete Solitario, Cisco Kid o El Jinete fantasma.
"El Jinete escarlata" fue un serial de 13 episodios que se emitió a principios de los 70 los sábados en la programación matinal de TVE. Duraban unos 15-20 minutos. A los chavales de entonces nos parecían raros, eso de superhéroes del Far West. El susodicho jinete dejaba a su caballo en unas ruinas de un puente, desde donde accedía, por una puerta secreta, a su despacho o a una habitación. Pero había más puertas secretas que usaban los malos - una chica india y sus cómplices- para entrar y salir del pueblo. Todo muy fantástico.
Y poco más recuerdo. Creo que no la ví finalizar y que nunca más la volvieron a pasar. Pero a mí se me quedó el maldito pitido en la cabeza. Y también a Forges, que hizo un chiste sobre el tema. Y es que era un pitido de esos que uno no se olvida. Y hasta hoy.
Traje reluctante - la película era en B/N - parecería un paso de Semana Santa si no fuese porque no llevaba capirote, tan solo la tela cubriéndole la cabeza y alargándose hasta formar una capa que se cimbreaba con el viento al galopar. Un superhéroe del Oeste - tan en boga en los USA- como el Jinete Solitario, Cisco Kid o El Jinete fantasma.
"El Jinete escarlata" fue un serial de 13 episodios que se emitió a principios de los 70 los sábados en la programación matinal de TVE. Duraban unos 15-20 minutos. A los chavales de entonces nos parecían raros, eso de superhéroes del Far West. El susodicho jinete dejaba a su caballo en unas ruinas de un puente, desde donde accedía, por una puerta secreta, a su despacho o a una habitación. Pero había más puertas secretas que usaban los malos - una chica india y sus cómplices- para entrar y salir del pueblo. Todo muy fantástico.
Y poco más recuerdo. Creo que no la ví finalizar y que nunca más la volvieron a pasar. Pero a mí se me quedó el maldito pitido en la cabeza. Y también a Forges, que hizo un chiste sobre el tema. Y es que era un pitido de esos que uno no se olvida. Y hasta hoy.
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