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Anna: El peligro tiene nombre

Acción. Thriller Bajo la hipnotizante belleza de Anna Poliatova (Sasha Luss) se esconde un secreto que la lleva a poder desatar una imparable agilidad y fuerza, convirtiéndose así en una de las asesinas a sueldo más temidas por los gobiernos de todo el planeta. (FILMAFFINITY)
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Críticas 44
Críticas ordenadas por utilidad
31 de agosto de 2019
52 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fue en 1983 cuando Luc Besson saltó a la fama con su original “Kamikaze 1999 (El último combate)”, título español algo imposible y que más le hubiera beneficiado utilizar el original, “El último combate”. Desde entonces ha pasado de todo. Aciertos que, en su mayoría, en España pasaron casi desapercibidos, a fiascos que se han juntado con su creatividad más pobre o turbios asuntos personales de acoso sexual. Lo que es innegable es que audiovisualmente ha generado progresos para la industria no ya del cine francés, si no del cine en general. Aún recuerdo el haber asistido a una sala espectacular en Suiza para ver la versión del director de “El gran azul”, toda una experiencia para visionarla en pantalla gigante y con un sonido alucinante. Esa suntuosidad la continuó con uno de sus mayores éxitos, “Nikita, dura de matar”, de nuevo otro título que España pasa muy desapercibido pero que supone un pelotazo mundial, sobre todo en Estados Unidos, y cuya traducción “libre” con ese añadido en España no le beneficiaron. Prosiguió con una carrera que, comercialmente, iba emergiendo cada vez más hasta llegar a su mayor éxito de taquilla, “El quinto elemento”.

Tras esa, en 1999 llegó “Juana de Arco”, su primer fiasco, y desde entonces, ha ido dando bandazos. Con “Lucy”, hace cinco años, volvió a hacer taquilla, aunque para mí sigue siendo su película más fallida de acción y más pretenciosa, y ahora se nos presenta con el palíndromo “Anna”, que es un mejunje extraído de varias películas de espías, aderezado con el autoplagio de “Nikita”. Es cierto que sus elecciones para los papeles principales, en un pasado recaían en parejas suyas y parecían encajar mejor en sus proyectos que ahora, en el que parece que no se ha utilizado el sentido común y responde a antojos. En el caso de Scarlett Johansson parecía menos llamativo pero esta, su último capricho, Sasha Luss, el personaje le queda grande. Y no es que su labor sea horrenda, pero una actriz experimentada le hubiera levantado la película en las escenas más necesarias.

El casting, dicho sea de paso, es uno de sus puntos flacos, y el que haya seleccionado en un 90% a unos actores, en su mayoría con perilla, o barba algo imberbes, responde sobre todo a un “look” coyuntural más que a una necesidad. Porque “Anna”, sobre todo en su principio, es postiza, es un ejemplo de film “Fashion victim” al ser un festival de imbecilidades, de “modelis” que posan y van a fiestas “megachupis” en las que Besson da rienda suelta a un lesbianismo de cuarta y donde muestra su homofobia más caduca. Hasta el trabajo del espléndido Eric Serra en algunos de esos momentos parece que nos quiere transmitir ese halo que tenía el archiconocido trabajo de Francis Lai en “Bilitis” sin lograrlo. Las sesiones de fotos me parecen infinitamente mejores las de “Ojos”, luego rebautizada en algunos sitios como “Los ojos de Laura Mars”, de Irvin Kershner, que aunque cuenten con más años, tenían más gracia. La aportación de Helen Mirren tiene más peso en la trama, pero menos encanto, que la labor de Jeanne Moreau en “Nikita”. No se sabe porqué siendo rusa en la película, no habla ruso con los rusos. Además, su “look” de la KGB, nos recuerda más al Dustin Hoffman travestido de “Tootsie” combinado con el personaje animado de Edna 'E' Moda de “Los increíbles”. En resumen, no pasa de discreta, que era lo que se esperaba de ella, supongo, pero Mirren debería empezar a plantearse, ya que no posee extremas necesidades económicas, que el aceptar papeles sin relieve en películas de acción para que su nombre sirva como reclamo de “cierta calidad” al producto, no le ayuda. El decir sí a todo no siempre es bueno. Y ya ella por experiencia debería saberlo.

Luc Besson dirige con fría corrección. Parece que en las (pocas) escenas de acción es cuando se estruja más los sesos, pero no basta. Creo que nadie mejor que él sabe que con un guión “chungo” poco se puede hacer para que todo salga bien, excepto para que se quede en lo que es, un pasatiempo para engullir palomitas, una más del montón. Y es que su guión es malo. Carece, como decíamos antes, de la pretenciosidad de “Lucy”, lo cual le ayuda, pero está “montada” para disimular su miles de defectos. Creo recordar que es de las películas que más saltos en el tiempo da, hasta casi hay que llevar calculadora para seguir los rótulos: tres meses antes, tres meses después, cuatro meses después, dos meses antes... y todo, porque como hemos dicho, su narración es fullera a más no poder. Al espectador se le va ocultando de todo para luego “sorprenderlo”, pero si se tiene doce años o menos y no se ha visto mucho cine, igual lo consigue. De ahí su insistencia en la violencia que se emplea, para que el producto parezca más adulto de lo que realmente es.

Antes de pasar al “spoiler” advertir que “Anna” no es ni pésima pero tampoco ni siquiera pasable. Es una película más, como hemos dicho del montón, que no merece tampoco un análisis ni mayor ni serio. Besson ha hecho un producto que le sigue empequeñeciendo, y él sabrá si el seguir haciendo productos de este tipo le benefician, siempre y cuando al menos amortice, porque si no estos caprichos tampoco se los podrá costear.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maggie Smee
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3 de septiembre de 2019
41 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Típica película del señor Besson con chica asesina y mona.
La verdad, la película no ha estado nada mal, pero lo que me ha dejado un poco descolocada es los saltos en el tiempo que hay.
Por lo demás las escenas de acción son pocas pero las que hay son muy buenas y bien rodadas sin párkinson y viendo bien las peleas.
El señor Evans y el señor Murphy me gustan en sus papeles ya que la gloria se la lleva la protagonista.
La que esta mejor es la señora Mirren que cada vez que sale se los come ha todos.
Me ha gustado y le pondré un (7) buena.
Besitos y saludos.
Loca por el cine
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2 de septiembre de 2019
27 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después del poco éxito que tuvo su película anterior Valerian, Luc Besson intenta volver a lo seguro repitiendo el tema de las asesinas femeninas como "Nikita" o "Lucy" que tuvieron una carrera comercial mejor. Últimamente también hemos visto a Jennifer Lawrence y Charlize Theron en papeles similares en "Gorrión Rojo" y "Atómica".

Aqui conocemos a Anna Poliatova, interpretada por la modelo rusa Sasha Luss, ella es una asesina de élite de la KGB,  rubia platino, bisexual, maneja como nadie las pistolas, va siempre vestida elegantemente con faldas cortas. Entrenada para matar por Alex (Luke Evans) y su superior rusa Olga (Helen Mirren). Pero también es captada por la CIA...

Las pocas escenas de acción están ya muy vistas, y los giros que son muy predecibles los mete en unos continuos flashbacks muy cansinos ("tres años antes", "seis meses más tarde","Tres meses antes"etc..) todo debido a un guion del propio Besson que le falta coherencia y una buena estructura.

También para agilizar muchas escenas y que avance la película, añade ordenadores portátiles, dispositivos usb, o teléfonos móviles que en 1989 no creo que hubiese mucha red móvil, ni internet para rellenar solicitudes de trabajo on line como hace la protagonista. En este y otros aspectos Besson se ve incapaz de demostrar algo original o innovador quedando una película sin fuerza y errática.

En resumidas cuentas "Anna" es un thriller de espías con gran escasez de secuencias de acción y que roza el aburrimiento.
Destino Arrakis.com
videorecord
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4 de septiembre de 2019
18 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de Luc Besson es un poco como una hamburguesa hecha por un buen cheff. O lo que es lo mismo, películas de acción más oscuras y violentas que las típicas americanas, y con referencias filosóficas, existencialistas, propias del cine europeo. Alguna, como" El Profesional", me ha parecido notable. Y la icónica "Nikita" más que digna, además de pionera.

En Anna el director repite la fórmula de Niikita, pero mezclandola con "Gorrión Rojo". Es decir, un refrito poco novedoso y excesivamente pretencioso, por lo que la película acaba desnaturalizandose. En la primera parte se esfuerza en construir psicológicamente a su heroína, en humanizarla, pero poco a poco va desandando su propio camino. Todo se hace cada vez más inverosímil, con una protagonista que muta de víctima a implacable depredadora en un suspiro. Y todo con continuos, casi periódicos, giros de guión que el espectador no puede ni masticar, porque se los inyectan sin previo aviso y sin la más mínima preparación, porque sí, porque se puede. Sus escenas de acción son notables y sus excelentes actores, entre los que hay que incluir a la desconocida "Sasha Luss, elevan la calidad de una cinta que está hecha con oficio y medio acaba cumpliendo su cometido, que no es otro que entretener
East
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6 de septiembre de 2019
22 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Luc Besson ya debe de traérsela floja que puedan señalarle con el dedo o acusarlo de escribir, producir o dirigir la misma película, una y otra, y otra, y otra vez. ¿Total para qué jugársela con psicodélicos videojuegos espaciales a los que, lejos de repetir el éxito de 'El 5° elemento' (1997), el público no responde? Lo de las mujeres temperamentales o de gatillo fácil, más que un subgénero, es toda una constante en la filmografía de Besson, ya sea mediante relecturas esquizofrénicas de personajes históricos, juguetes futuristas a la salud de un oxigenado Bruce Willis, jóvenes aprendizas de matarifes más preocupadas por disfrazarse y hacer playbacks de Madonna que por empuñar un arma, actioners femeninas posteriormente reversionadas por el filtro estadounidense con Bridget Fonda o Peta Wilson, Scarlett Johansson transformada en un 'nosequé' cibernético que ni ella debe saber todavía lo que era, o bien la reutilización -en calidad de productor- de la misma idea con rúbrica latina únicamente para aupar a la popularidad (un poco más) a la star dominicana Zoe Saldaña.
Balas, tiroteos, artes marciales y, como viene siendo habitual en la factoría Besson, tantos planos de su protagonista mimetizada con el sudor y la sangre como otros en los que creeremos estar viendo el último spot promocional de Victoria's Secret. Las circunstancias obligan: aquí la matarife en cuestión lleva una doble vida como asesina a sueldo del KGB y cotizada top model. Y sí, eso debería resultarnos familiar. Tan sólo hay que cambiar la pasarela de moda por el ballet ruso, a la (incomprensiblemente) ganadora de un Oscar Jennifer Lawrence por la (comprensiblemente) no nominada al Oscar Sasha Luss. Y a Charlotte Rampling hablando con acento soviético para llevarse el dinerito fresco a casa por Helen Mirren haciendo exactamente lo mismo que su compatriota, pero siendo todavía más consciente de que lo que está haciendo es reírse de sí misma. Luke Evans y Cillian Murphy toman el relevo de Mathias Schoenaerts y Joel Edgerton como espías rivales y protectores en la sombra de la chica de marras.
No obstante, 'Anna' (2019, Luc Besson) no solo es incluso peor que 'Gorrión rojo' (2018, Francis Lawrence), sino que ha convertido a Besson en un director indistinguible del grueso de mercenarios que han figurado en la nómina de su productora EuropaCorp. Una verdadera lástima.
antonio lopez herraiz
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