La patrulla fronteriza

Después de desempeñar variados oficios, el actor que había en, William Boyd, fue descubierto nada menos que por, Cecil B. de Mille, y presentado en, “Why change your life?” (1919). Satisfecho con su labor, el mismo de Mille lo lanzaría al éxito al darle roles mucho más importantes en sus famosos filmes: “The Volga Boatmen” y “King of Kings”. En adelante, William Boyd no paró nunca de hacer cine… e iba ya como por 44 películas, cuando fue convocado para protagonizar un acertado western que dirigiera, Howard Bretherton, en 1935, titulado, “Hop-a-long Cassidy”, y fue tal el éxito de su nuevo personaje, que el amigo, Boyd, se convirtió en “Saltolargo Cassidy”, dicho en inglés, Hopalong Cassidy.

En adelante, Boyd seguiría comprometido con el personaje que lo hizo inmensamente popular, y decenas de títulos encarnando a Cassidy, llegarían por casi dos décadas a las carteleras, además de una serie de televisión y un programa radial que, al final, lo dejarían convertido en una leyenda popular con museo incluido y decenas de productos que llevaban el nombre del famoso héroe.

En 1942, un nuevo escritor que apenas había sembrado su primer pinito en la película, “The Men in her Life”, fue llamado para que escribiera el guion de otro nuevo título de la serie, Hopalong Cassidy. Así, Michael Wilson -un exmarine en la II Guerra Mundial, que se había iniciado en su juventud escribiendo historias cortas- ahora se veía felizmente introducido en la industria cinematográfica. Comenzó escribiendo, <<LA PATRULLA FRONTERIZA>>, y los productores quedarían tan a gusto con su labor, que terminaría firmando 4 guiones con el famoso personaje.

Eran historias sencillas para filmes de bajo presupuesto, conservando siempre los caracteres creados por Clarence E. Mulford, pero ya, Michael Wilson demostraba su gran inclinación por la justicia social, y en este primer guion para la serie, se encargaría de cuestionar la explotación del hombre por el hombre, contando el caso en que, Hopalong Cassidy, y sus dos compañeros de aventuras, California y Johnny -con quienes ejerce como guardianes de Texas- pasan a ser víctimas de un manipulado juicio al estilo, Roy Bean (el llamado ‘juez del patíbulo’), asumido ahora por un hombre “poderoso” que se ha hecho rico secuestrando a campesinos mexicanos para obligarlos a trabajar como esclavos en su mina de Silver Bullet, un pueblo en el que ejerce como absoluto dictador.

El director, Lesley Selander, se esmera por hacer un filme entretenido, el cual no está exento de efectiva crítica al deplorable papel que, a lo largo de los últimos dos siglos, han jugado los gamonales gringos en la historia del pueblo mexicano. Queda aquí, en forma liviana pero efectivamente plasmado, el ímpetu de justicia social que acompañó siempre a un guionista que sería perseguido durante la era macarthista y que dejaría para la posteridad guiones tan relevantes como los de, “Salt of the Earth”, “Lawrence of Arabia” o “Planet of the Apes”, entre otros.

Entre los personajes de, <<LA PATRULLA FRONTERIZA>>, llama la atención la presencia de un joven pistolero que sirve al tirano Krebs, identificado como Quinn, pues, es nada menos que, Robert Mitchum, antes de que fuera una gran estrella hollywoodense.