El fin del amor (Serie de TV)

Lamentablemente es una producción más que se agrega a la constante imposición Sublime de mostrar de manera generacional como algo nuevo, cool, revolucionario, diferente y para nada ya sorprende porque es más de lo mismo que se viene mostrando en todos los medios y plataformas audiovisuales. Son de las producciones que te hacen sentir que ya no hay ideas buenas originales y destacables en estos años.

Serie que pretender ser transgresora y se queda en nada. Leer más en spoiler…

Una serie que sólo puede interesar a un público que no piensa ni conoce el amor, y no se de cuenta que es una serie de lugares comunes y estereotipos.

Que decepción que Dolera haya participado en esta mediocridad. Una serie más para el olvido. “El fin del amor” parece la versión mala de “la vida perfecta”.

Una muy buena serie argentina, de exportación, que retrata personajes de época, presentando pinceladas de la cultura judía en el marco de la cultura joven de Buenos Aires. Destacadas actuaciones, variedad de recursos y directa en muchos de los sensibles temas que aborda. Puede que a algunos capítulos les sobren minutos, sobre todo aquellos en que los diálogos se hacen extensos.

Este espacio es para criticar lo fílmico y no comentar sobre el contenido cuando la película se basa en una obra literaria, por ende, solo me referiré a los aspectos que corresponden.
El film tiene 2 ejes muy claros que son el personaje principal y segundo, su familia y amistades. Como integrante de la colectividad judía y muchos años encima puedo afirmar que es la pintura más precisa que vi de una familia judía en mi larga carrera de vida. Realmenteme vi reflejado en un 100% así como a mis padres y abuelos. La sociedad actual ha sido reflejada con una claridad llana donde el texto de Tamara convierte los personajes en personas sin pestañar. No voy a pasar por alto la magistral dirección de Barone, la siempre versátil Lali, la brillante Verónica Llinás (más madre judía que una madre judía), la solidez de Amigorena y el resto del elenco que está a la altura.

La serie presenta una historia que pretende y se promociona como disruptiva, pero que en verdad se pone en línea con los cánones pre-establecidos de la industria.

La chateza de un guión vacuo hace que la narrativa sea además de tediosa, estúpidamente decepcionante.

La protagonista Tamara interpretada por Lali Espósito, intenta ser una "atrevida filósofa de la cultura pop" pero lo que se ve en la pantalla es simplemente una colección de clichés remanidos y baratos de telenovela colombiana.

En el plantel actoral incorporaron como protagonista a la famosa pero tremendamente mala Lali Espósito (que es de madera). Mientras tanto Verónica Llinás que si bien no sobresale, por lo menos hace un decoroso papel. Me llama la atención por la incorporación de buenos y talentosos actores provenientes del teatro como Mike Amigorena y Alejandro Tantanian incorporados en papeles secundarios.

En resumen, una telenovela de cuarta categoría que bien puedes dejar de ver pues no te pierdes absolutamente nada.