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El increíble Hulk (Serie de TV)

Serie de TV. Acción. Fantástico. Aventuras. Ciencia ficción Serie de TV (1978-1982). El Dr. David Bruce Banner durante años ha estado investigando los casos de personas que en circunstancias de peligro hacen muestra de forma ocasional de una fuerza increíble. Cuando por fin llega a la conclusión de que se debe a los efectos de los rayos gamma de la luz solar, decide sobrexponer su cuerpo a dicha radiación en el laboratorio. Aunque David cree que el experimento ha sido fallido, poco tardará en ... [+]
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
13 de junio de 2008
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debo admitir que no tengo ninguna objetividad en ésta crítica.
Cuando era niño y tuve el placer de ver esta serie, no tenía ningún referente de efectos especiales ni cuidados técnicos o fotografía. Pero me conmoví con la historia, confieso que tampoco sabía del cómic ni nada, con el sufrimiento de Banner, paradoja del superhéroe inconsciente e infeliz que en lugar de disfrutar como uno lo haría (estrangular a todos nuestros enemigos) tenía que lidiar con la incapacidad de no poder ejercer control de sus fuerzas todo esto producto de la curiosidad científica que lo llevó a experimentar consigo mismo en un designio trágico.
Es excelente.
tonidelp
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12 de abril de 2007
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
David Bruce Banner era fatalito: lugar al que llegaba, problema en el que se metía. Impresionante cantidad de mala suerte concentrada en un solo hombre. Además, se sulfuraba fácilmente. Bastaba que un neumático saliera un poco difícil de colocar, bastaba que alguien lo encerrara en una pieza y de inmediato afloraba su rabia. Esa ira rotunda lo ponía de color verde, trasplantaba su pelo por una peluca de mechas tiesas y convertía su cuerpo en una montaña de músculos. Siempre, como una novia obsesionada, lo seguía un periodista que infructuosamente intentaba desenmascararlo. Su vida era una miseria. Al finalizar cada capitulo debía huir del pueblo de turno, sonaba una música de piano inconfundible y uno ya sabía que en poco rato más de nuevo metería la pata en otro embrollo.
Síntesis: Clásico de los ochenta. Fue responsable de muchas rupturas de camisa y de la obsesión de más de alguno por el fisicoculturismo.
pancho carilao
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10 de octubre de 2006
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ciertamente esta serie podría calificarse de patatera en cuanto a efectos y presupuesto se refiere, pero no por ello deja de tener cierto interés, si se contempla la angustia que experimenta el pobre David Banner, (muy bien interpretado por el malogrado Bill Bixby), hacia esa criatura que emerge de dentro de él con una furia desproporcionada, en un buen intento de proporcionar una densa trama psicológica, que ayuda a visionar la historia.
Respecto a los villanos, poco se puede decir. Al igual que en el televisivo Spiderman, se nos muestran simples criminales de carne y hueso, a quienes Hulk, (interpretado por el mazas Lou Ferrigno), ha de dar buena cuenta de ellos.
Sentimental y muy buena banda sonora en todos y cada uno de sus capítulos.
Paco
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25 de noviembre de 2007
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es verdad que no era gran cosa, pero era lo que había... o esto o "autopista hacia el cielo". Las primeras apariciones de superheroes en cine y tv estuvieron marcadas por la ausencia de efectos especiales y de supervillanos, luego eran superheroes casi de andar por casa. Aunque se recuerdan con ternura.
fer
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16 de diciembre de 2023
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Tiene, veinte años no es nada, el sabor de las películas de terror de los cincuenta de serie B, Bill Bixby es lo que David Jansen al fugitivo, es decir, perfecto adueñándose de nuestra empatia y Lou Ferrigno se limita a estar quees le pedía, que mostrara músculo.

Le doy un ocho a esta serie que me recuerda que Ayrton Senna vivía. Se presiente la muerte en los ojos de un científico reputado que está condenado a luchar contra el interior de su melancolía, muy bien Bill Bixby (es lo que David Jansen al fugitivo) en este regalo envenenado, mediocre y taciturno brillante, da la talla de la melancolía profunda, Lou Ferrigno que no puede (o no lo dejan cumplir con lo pactado) Me asombra que sus músculos impresionan pero no puede meterse en un cerebro de cinco años, no puede enamorarnos de un jovencito Frankenstein, ni nos hace sentir que sufre como un mamón porque ha perdido a su chica.

último canto de Bruce Banner

A Stan Lee

Pasará el triste pájaro de la noche en silencio
entre los edificios, los cables, las antenas,
porque será en lo oscuro
de un temor primigenio para que se vislumbre
el ascenso al abismo de una estrella que tiemble.

Arderán los deseos
de remover la huella del pasado dichoso,
de prolongar los besos y romper lo pactado,
perseguir tu recuerdo,
reclamar lo perdido.

Me alcanzará la muerte en una callejuela
de una sola salida que no pueda encontrarme
cuando se ahogue el último resplandor en mi huerto
y acabe la agonía de haber sido distinto.

Ya no abriré los párpados
lentos aunque lo intente
y luche con las sombras que firmen mi sentencia
como el toro altanero que no mira las tablas
y reta a los tendidos que celebran su muerte.

La puntuo con un nueve porque no es en blanco y negro. ¡Qué bonito sería que no supiéramos de qué color es el monstruo!

No hubo un tebeo que me gustará más durante la adolescencia, hablaba de aquel que detestaba la violencia y acababa usándola para defenderse; un drama con tintes trágicos que atrapaba a un científico brillante, reputado y amado por la mujer de sus sueños en la piel de un gigante de color verde con el corazón y la inteligencia de un niño de cinco años y una fuerza descomunal. Es acosado continuamente por su apariencia y acaba perdiendo a su chica en el camino que las circunstancias le ha marcado; una sonrisa loca en los brazos de otro...

10 de mayo de 2018
Creo, Lluvia, que, exceptuando quizás a los pedantes, nadie desea ser distinto, es algo que ocurre y a lo que, casi nunca, se encuentra explicación. Pienso que todo se aprende, hasta a escribir poesía, y que se debe admirar más aquello que se logra a través del esfuerzo que aquello que se ha ido acumulando en nuestra memoria de una forma inconsciente; un conductor torpe puede llegar a ser más valioso que otro habilidoso a través del sentido de la responsabilidad y el reconocimiento de sus limitaciones, de hecho hay más accidentes en los que se ven implicados aquellos que van de sobrados. Hay personas para quienes acabar una maratón puede suponer un triunfo íntimo más grande que para un fuera de serie batir el récord mundial.

Ser distinto suele ser un valor añadido cuando eres una celebridad pero difícilmente te lleva a una vida más cómoda cuando eres un hombre de la calle y mucho menos cuando tu aspiración es seguir siéndolo. Quien más quien menos todos nos consideramos demócratas pero con nuestro comportamiento demostramos que sentimos adoración por la aristocracia; el talento no debe eximir de culpa pero tampoco debe convertirse en un castigo.
12 de mayo de 2018
Última edición por F. Enrique el Dom, 25 Dic 2022
FEnrique
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