El Hombre Araña ataca de nuevo (TV)

Bufff... esta película la ví de niño, cuando se estrenó en los cines de España. En aquella época los comics de Spiderman eran editados por Vértice y los fans del personaje estabamos encantados de ver en imágenes reales a Spiderman. La primera no la ví, y eso que salió una colección de cromos, pero esta no se me pasó. ¡que decepción!

Una película puede ser barata, cutre, de serie Z, pero si mantiene el espíritu de aquello que adapta, se puede ver con simpatía. Sin embargo estas películas traicionaban todo aquello que era el comic y que parcialmente captó Sam Raimi, no está la esencia del comic, y eso es imperdonable. Nos hallamos ante un telefilm rutinario, que podía ser de policiás, justicieros, detectives, donde sale un señor con un pijama ridículo. Apenas hay acción, no visualizas apenas los poderes arácnidos, apenas sube paredes, y los malos, en vez de supervillanos, nos ponían terroristas nucleares. Vamos, que, esta película podria ser cualquier cosa,desde El equipo A, Kojak o la Mujer Biónica. Y eso es lo lamentable y triste.

No es que "El Hombre Araña en acción" sea la panacea de la ficción televisiva, pero hay que reconocerle que tiene más dinamismo que el episodio piloto (lo cual tampoco es decir mucho, la verdad sea dicha). Pasando por alto que el bueno de Nicholas Hammond estaba demasiado talludito para ser el inefable Peter Parker (un gran personaje si se maneja bien, pero muy estereotipo en malas manos), nuevamente, esta segunda entrega televisiva, parece no cumplir las expectativas.

Ron Satlof no logra captar la esencia de los cómics de Lee, Ditko, Romita, Romita Junior, Andru... Y eso es lo imperdonable, no el bajo presupuesto, que, como pueden imaginar los espectadores, no es precisamente el de una gran súper-producción de Hollywood.

En definitiva, una cinta con muy buenas intenciones, donde Spiderman sale casi por azar, solamente apta para los más nostálgicos de los días de Vértice.

Sigo revisionando pelis de mi infancia, y tras "Kung-Fu y los 7 vampiros de oro", "Supersonic Man" y "Mazinguer Z" le ha tocado a esta "Spiderman II" (así, en números romanos, es como yo recordaba el título pero ya no se si es que la memoria me falla).

Bufff... ¡Que recuerdos! Esta película la vería yo con 8 o 9 años, en el Cine Triunfo de la calle Muñiz y H. de Alba de Valencia, un cine de barrio de los de toda la vida, cerca del canódromo.

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Ahora, 30 años después, te das cuenta de lo mal hecha que está. Ni siquiera el hecho de que se trate de un telefilm de bajo presupuesto justifica su mediocridad. Las escenas de acción en las que aparece Spiderman son contadas, pero es que además las peleas están mal resueltas y cuando pega un gran salto lo han hecho pasando la moviola hacia atrás.

Por último, en el que se supone el momento álgido de la peli (la secuencia que yo más recordaba), cuando va colgado del helicóptero, se le ve más agarrotado que Woody Allen en una maratón.

Descacharrante, sin más.
Eso es lo que es ver a Jonah Jameson, el irascible editor del Daily Bugle, montado en un kart con banderillas por Los Ángeles, en busca de un Peter Parker al que acompaña en sus aventuras.
Si piensas que es lo más alejado del hombre araña que se ve en esta longaniza de episodios televisivos, piensa otra vez.

Obviamente, tenía que ser jodido, caro y tremendamente decepcionante viendo cómo luce, el poner a un matao en pijama tirando cuerdas desde las azoteas.
Pero hay una distancia de eso a convertir la insulsa trama en un remedo de Superman y James Bond, con el Peter Parker menos superhéroe que se haya visto en algún medio.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad y un cuerno, porque a poco de conocer a la reportera jamona de turno ya está lanzándole indirectas de que le gusta vestirse en mallas, tan absurdas que solo le falta enseñarle los calzoncillos rojiazules subido a una mesa.

Y eso que en el fondo tenían las piezas: esa reportera podría ser una Felicia Hardy/Gata Negra espectacular en sus sensuales indirectas, y el ricachón viejales de poderosa estampa podría ser el Cabello de Plata de los cómics, o un Zorro Negro con mala leche al que se le podría haber añadido el conflicto de paternidad con Felicia.
Concha, es que hasta está como secretaria en el Bugle la Glory Grant más echada para alante y certera que en películas más modernas nunca han querido adaptar (¡encima negra como la original, fuera polémicas!).
Pero Glory se llama Rita, la otra tipa es reportera de no-sé-dónde... y hay que encontrar una cabeza nuclear robada, porque esos eran los tiempos: impagable al respecto el "Jameson es tan conservador que no come langostinos por ser rojos".

No sé a quién le pareció buena idea poner a Spiderman en un poblado del Oeste directamente salido de Almería, pero basta ver la situación para darse cuenta de que no lo era.
Así un suma y sigue de tontadas rancias que dinamitan la sana diversión cutre de la primera "película", hasta que llegas a olvidarte de que sale Spiderman, y cuando lo hace tiene la agilidad de una marioneta bailando breakdance.
Encima la reportera al final sale en bikini por... porque ya la hemos pagado cojona, que luzca tipazo.

El plano ¿homenaje? a 'El Graduado' llega tan de la nada y tan planamente que uno se pregunta si lo hacían por echarse unas risas, sabiendo lo que tenían entre manos.
Al menos, alguien se divirtió con esto.