Miranda

Tinto Brass (Los burdeles de Paprika) dirige y escribe esta entretenida y simplona comedia con los ingredientes necesarios para pasar el rato y sumergirnos en su mundo, el erótico.

En tiempos de guerra, concretamente durante la Segunda Guerra Mundial, Miranda es la regente de un hostal en Italia del que deberá hacerse cargo después de que su marido está en paradero desconocido debido a los efectos de la guerra. En esta tarea le ayudara Carlo (Franco Branciaroli), haciéndose cargo de los diversos huéspedes que se alojan. Para huir de soledad, Miranda, al no poder estar con su marido, mantendrá diversos cortos amoríos con los diferentes forasteros que se le presentan, como un marqués o un americano.

El reparto, está protagonizado por Serena Grandi, que dará vida a Miranda, una chica guapa, provocadora, inteligente y con grandes curvas. Pese a que Grandi es la principal protagonista, me ha gustado más la interpretación de Franco Branciaroli realizando el papel de Carlo, un hombre fiel a su “jefa” y que pese a que la ve inmensamente atractiva nunca logra que ella sienta atracción por él. Su protagonismo en la película es la de mero secundario pero a medida que avanza la misma su importancia irá creciendo.

Riz Ortolani (Brandy, Dulce piel de mujer) será el encargado una vez más de adaptar a las películas de Tinto Brass su música, caracterizada por ritmos marchosos, alegres y divertidos.

Por último, destacar que el pésimo doblaje al español de la película, da la sensación de que en algunos momentos los protagonistas fuercen sus palabras demasiado.

Una más de Brass. Sin más. Erotismo, sensualidad, una chica guapa, un enredo de cuernos y aventuras sexuales y el interés por saber qué ocurre al final. Completamente prescindible y muy para los fan del género, que no serán pocos.
Tiene ese punto de comedia ligera, algo ridícula, con escenas un punto grotescas a las que se le sazona con alguna escena erótica o de desnudo que, visto desde ahora, resulta naif, casi infantil...
La chica, Miranda, es Serena Grandi, una mujer verdaderamente guapa. Voluptuosa, de peso y volumen, una mujer que si la vieran y no la conocieras dirías que es italiana. Con solo verla.
No creo haberla visto en ninguna película. El chico 'principal' es Andrea Occhipinti.

La dueña de una posada italiana, vive aventuras amorosas en un film donde los protagonistas no dudarán en desnudarse “siempre que lo exija el guión”
Amigos lectores de Filmaffinity y de esta humilde crítica. Es bastante incomprensible que puedan salir a la luz películas como la que nos ocupa. Miranda es sin duda alguna, una de las peores película de este famoso director. Es una especie de engendro ridículo, aburrido y totalmente desprovisto de interés, con abundantes y breves secuencias de desnudos. Cuando un film nace sin argumento ni ideas, lo más presumible es que aparezca un bodrio de nula calidad. Tiene un guión simplón, ridículo y prácticamente inexistente, unos diálogos vulgares que parecen escritos por un aficionado, unos actores forzados y una dirección anodina. Todos estos ingredientes revueltos y agitados, dan como resultado un film de erotismo de baja calidad, lo bastante aburrido como para hacernos bostezar de puro tedio.
Resumen de todo lo dicho, película mala de solemnidad y solo para incondicionales de este tipo de cine y de este director.