Charlie Bartlett

Siempre que veo una película que trata de este tema intento recordar que, la adolescencia, debe de ser uno de los periodos más convulsos y más complicados que debemos vivir en nuestras vidas. También siempre intento recordar que, alguna vez fui adolescente, aunque tampoco tenga tan claro que haya dejado de serlo. El caso es que, por un lado, suelo aplicar la benevolencia ante estas películas pero, por otro lado, creo que con el paso de los años mi tamiz cada vez es más fino. Que le vamos a hacer, "El Club de los Cinco" sólo hay una y cada vez me cuelan menos goles.

Una vez hecha esta pequeña introducción me lanzo a comentar el por qué le pongo un 6. Al contrario que mi compañero de críticas, considero que Anton Yelchin hace un trabajo más que decente, quizás un poco sobreactuado, pero bastante solvente y con momentos destacables. Robert Downey Jr. quizás esté un poco trasnochado ya, pero bueno, viéndolo en V.O. gana algún entero (dejémoslo en décimas). El problema de esta película (o de este director, vete tú a saber) son los estereotipos: si los buenos no fueran tan buenos, si algunas de las situaciones no fuesen tan típicas/tópicas/previsibles y si no se hiciese tan empalagosa en determinados momentos... el resultado sería otro. Pero, como dijo mi mujer: "también sería otra película".

Resumen: echadle un vistazo sin demasiadas pretensiones, que siempre viene bien que le recuerden a uno aquellas épocas y no perder demasiada distancia con aquel YO adolescente.

Salud !!!

La verdad es que esta película del desconocido Jon Poll pintaba muy bien en un principio, con una primera media hora realmente interesante pero finalmente se ha ído desinflando, quedando tan sólo una pequeña película de la que te olvidarás al poco de haberla visto. Lo positivo de esta película para mí ha sido sín duda las interpretaciones de sus protagonistas, recayendo el mayor peso de la misma en el veinteañero Anton Yelchin, actor al que descubrí en la polémica "Alpha Dog" y que aquí nos deja una impresionantemente madura actuación, dejando entrever en su mirada las emociones por las que debe pasar su personaje, el Charlie Bartlett que da título al film. Junto a él el siempre cumplidor Robert Downey Jr., actor que para mí siempre es un placer ver actuar, sacando siempre petróleo de papeles como el de este caso, que poco aportan en su filmografía, que poco o nada tienen que destacar, pero a los que el actor saca brillo. A mí cada día me gusta más. En el lado de las chicas tenemos a la siempre interesante Hope Davis. Coincido plenamente con el usuario que afirma que esta buena actriz no ha conseguido aún encontrar papeles que le hagan honor, creo que últimamente ha dejado una actuación más que notable en "A propósito de Shcmidt" y aquí nos deja otra muestra, esta vez en un registro totalmente diferente. El descubrimiento para mí de la peli ha sido la joven Kat Dennings, quien deja una correcta actuación y a la que seguiré la pista. En definitiva, esta película no es nada especial, no deja un mensaje que te haga pensar, no es una obra de arte, pero te servirá para pasar una hora y media si no tienes absolutamente nada mejor que hacer.

Me quedo bastante impasible ante esta obra de corte intermedio entre el independiente y el cine de adolescentes americano. Jon Poll, primer largometraje para él, ha hecho una película
que, si bien no podemos inscribir íntegramente en la corriente de películas tontas de instituto con alguna que otra salida ocurrente, tampoco podemos decir que escape de esas redes tanto como tal vez fuera deseable. Hay ciertos toques que la hacen algo más original que la media, es ingenioso cómo la forma que Bartlett encuentra de ser popular en el instituto sea convirtiéndose en el psiquiatra de toda la gente que le rodea en la High School. Es una buena idea, actual, pero "Charlie Bartlett" naufraga en su objetivo tanto de entretener realmente como de transmitir sus ideas quedando como un leve ejercicio que acaba en el redil del esquema tópico más allá de sus diferencias superficiales. Yelchin no acaba de dar la talla como absoluto protagonista, Hope Davis es una gran actriz que no acaba de encontrar papeles a su altura y Downey Jr. está normalito, correcto, sin más. Producto en resumen, de bajo calado.

Cuando empecé a ver esta película rápidamente me vino a la memoria "Harold y Mau", de Hal Ashby, a medida que transcurría la cinta, vi claramente que era un homenaje a la película de Hal Ashby, que no una copia.
De hecho, suena la canción de Cat Stevens creada para Harold y Maud, "If you want sing out...".
Charlie es un adolescente de buena familia, con una madre buena pero un tanto desquiciada, un poco lo que le pasa lo mismo a él.
Inteligente pero perdido en esa edad tan traumática como es la adolescencia, Charlie es muy pero que muy inteligente, su cerebro lo usa para cosas que parecen mal vistas, aunque actúa como un psicólogo de sus compañeros, dándoles nuevas perspectivas de la vida.
El mayor error de Charlie es enamorarse de la hija del director (encarnado magistralmente por Robert Downey Jr.) lo que le traerá serias complicaciones.
Esta pequeña joya la cogí en el video-club, no sabía nada de ella, ahora que mi trabajo consiste en tratar adolescentes, les aseguro que este cuento es muy apropiado para esa edad, en la que todos nos hemos encontrado muy perdidos.
No se la pierdan, aprenderán muchas cosas de este Charlie, inteligente e inconformista-

No sé si estamos en presencia de una gran película, pero cada vez que hago "zapping", y la encuentro en algún canal de mala muerte, la vuelvo a mirar.
Un debutante Jon Poll logro un producto distinto sin dejar de ser entretenido.
Se ve, que me gustan los antihéroes que transmiten paz, y este es el caso de Charlie Bartlett. El es una especie de "Richie Rich", un adolescente que vive con su madre en una gran mansión y esta educado con los gustos más refinados de la alta sociedad.
Lo que más entretiene son los contrastes, Charlie vestido de traje, llegando a la escuela pública en su Mercedes 600 conducido por su chofer; y la escena del joven punk, el malo de la película, el muy logrado Tyler Hilton, golpeándolo en el baño. La película tiene todos los tópicos de la estudiantina “yankee”, llegar a ser popular, las fiestas, las drogas, la perdida de la virginidad, etc. Pero aquí, lo que me llamo la atención, son las excentricidades de Charlie, hay un par de escenas muy buenas, la de el tocando el piano y cantando con su madre y la que se pone a correr dentro de la piscina cubierta de su mansión.
Charlie es ingenuo, no tiene amigos, pero siempre sale a afrontar la vida elegantemente y se las arregla para resolver los problemas sin despeinarse.
En fin hay cien películas como esta, pero Charlie Bartlett tiene algo especial y sin dudas va a ser un personaje recordado en el tiempo.