Si hay algo que admiro de este director japonés es que crea unas historias de una belleza abrumadora. Historias en apariencia sencillas, per en el fondo de una complejidad humana desbordante.

Yoji Yamada no nos cuenta la historia de un súper samurái, que blandiéndo su espada mata a todos sus oponentes, no, simplemente nos cuenta la historia de los samuráis de a pie, tal como lo hiciera en su anterior film "El ocaso del Samurái".

Sencillamente una película magistral que no tiene que envidiar a las demás de samuráis.

un consejo, no os la perdáis.