En estos tiempos, en que minúsculos enemigos han agarrado de las solapas a los acartonados presentadores de los informativos.
Cuando nuestros elegantes presidentes anuncian solemnes el fin del próspero verano.
Mientras la amenaza silenciosa se agazapa sibilina en los pomos de las puertas... Va y se estrena esta serie.

Antes de que recurriéramos a rituales de exculpación simultánea, por azares del destino, a alguien se le ocurrió algo como esto. Y creo que en este largo confinamiento, hay que agradecérselo.

Para muchos llegará en mal momento. Seguro que algunos no entenderán la irreverencia y otros no verán de buen gusto tanta frivolidad e inexactitud histórica, pero es que los cómics son así. Y ante eso estamos, un atrevido guión con alma de comic llevado a la pantalla.
Bajo su sarcasmo también subyace cierta carga política, que seguro que incomodará a algunas malas conciencias, pero el arte es lo que tiene, a veces nos hace mirar al abismo de nuestro interior. Lo que hagamos con lo que vemos es cosa nuestra.

He devorado sus diez capítulos, arrastrado por diversas y vivas emociones. Profundos dilemas morales unas veces; sátira y simple entretenimiento pulp; otras, y a veces sorprendido por esa violencia descarnada que en ocasiones te pilla desprevenido.
No pierde el ritmo en ningún momento. Los actores entienden e interpretan todos ellos sus papeles a la perfección.
El guión tiene claro a donde va de principio a fin; sin trampas para el espectador, y sin recurrir a pesados flashbacks con el único fín de alargar los capítulos. Cada "recuerdo" de los personajes, no solo es imprescindible para la historia, sino que se agradece por su cambio de tono; más realista y grave que la trama principal.

Un soplo de aire fresco nunca viene mal, aunque te tire las gafas de pasta. Por supuesto que la recomiendo.


Salud y buena caza