La enrevesada y bien resuelta aventura de dos pícaros bonaerenses sirvió a Fabián Bielinsly para demostrar que con un guión original, chispeante y perfectamente estructurado, más de la mitad del proyecto está hecho. Si además consigues los actores ideales para llevarlo a cabo, las garantías de éxito son muchas.

Esta es otra de las películas, suele pasar con los thrillers intensos y sorprendentes, que cuanto menos sepas más las disfrutas. Por eso te conmino a leer estas apreciaciones mías, solo si ya la has visto.

Hay gente en las calles obligada a trampear para poder sobrevivir. No vale cualquiera para el timo, hay que tener escuela, y un poco de arte, para ser bueno. También conviene ser rápido de ideas, ocurrente y, aunque trabajes en equipo, pensar en asegurar bien tu parte. Marcos (Ricardo Darín) lo sabe muy bien, lleva mucho tiempo ejerciendo y por eso, el novato, Juan (Gastón Pauls) haría bien en aprender y no distraerse demasiado. El veterano le ofrece participar en un soplo interesante y...
A partir de este momento los personajes que escalonadamente van incorporándose a la trama, con una consistencia poco habitual para roles secundarios, ayudan a redondear las dos interpretaciones estelares, consiguiendo un resultado espectacular que te mantiene activo e interesado en cada uno de los inacabables giros de la operación.

Era la ópera prima del realizador argentino. Otra obra maestra que añadir a quienes tocan el techo en su primer salto, con todo lo que ello conlleva. Ya sabéis: Ciudadano Kane (Orson Welles), Doce hombres sin piedad (Sidney Lumet), La noche del cazador (Charles Laughton), El halcón maltés (John Huston), Ascensor para el cadalso (Louis Malle), La infancia de Iván (Tarkovsky), Sangre fácil (Hnos Coen), Amores Perros (Iñárritu)...