Esta película va de un capo narco viejo que está bastante más jodido que Vito Corleone, y no solo por la salud sino porque le salió un hijo Fredo y el otro Sonny, pero ningún Michael. Ay amigo Padín, lo tendrías que haber intentado más. El Hagen de turno parece un poco más listo que los hijos pero poco implicado en el negocio.

La cosa se complica ya del todo con su enfermero, que en la película parece un gran tipo, pero se da la circunstancia de que en la vida real es Luis Tosar y, ay amigo Padín, Luis Tosar nunca se sabe por donde va a salir ni de donde te pueden caer las ostias. Lo mismo es bueno tal como parece, o lo mismo no es tan bueno. La carátula lo dice todo, si os habéis fijado, está ahí Tosar como quien no quiere la cosa debatiéndose entre el color negro y el blanco, sopesando la posibilidad de soltar un galleto con la mano abierta estilo Bud Spencer.

Lo que más me ha gustado es el diseño de sonido, obra de Gabriel Gutiérrez, que ya se llevó el Goya por "Verónica", su anterior colaboración con Paco Plaza. En el apartado interpretativo, magnífico Xoán Cejudo QEPD como capo moribundo. Desconozco si su estado de salud ya era delicado durante el rodaje. Enric Auquer también destaca como narco-neng, aunque no sabemos si su acento gallego convencerá, que juzguen los espectadores gallegos.

Por otro lado el guión es demasiado descabellado, restableciendo tantas veces la incredulidad que al final ya me daba igual todo. Y eso que algún giro al final tiene su miga, si Paco Plaza solo hubiera dosificado más sería una peli destacable.

Gustará a: herreros, Julio Iglesias, chinos
No gustará a: mejillones, M.R., médicos