Es increíble cómo uno de los mejores operadores de cine del mundo, el inseparable en los últimos años de Spielberg, Janusz Kaminski, debutara en la dirección con este descomunal engendro.

Es mala con avaricia, no sólo por ser incoherente, tediosa, y mal desarrollada sino porque desde el punto de vista de la realización es snob, videoclipera e histérica; y esto es lo grave; que su responsable, lo dicho, sea uno de los mejores directores de fotografía del cine mundial, autor de numerosos trabajos impecables, entre los que destacan 'La lista de Schindler' y 'Salvar al soldado Ryan', por las que recibió sendos merecidos Oscar.