El año 2004 fue el gran año de Enrique Gato: su cortometraje basado en las aventuras de un "quiero y no puedo ser arqueólogo" personaje llamado Tadeo Jones le valió un Goya a la mejor película de animación. Ocho años más tarde, trata con este largometraje de presentar este personaje a la gran mayoría de gente que no suele prestar mucha atención a los cortos.

Tadeo Jones es un albañil entusiasmado por la arqueología desde muy pequeño. Por eso, almacena todo tipo de recortes de periódicos relacionados con el arqueólogo estrella del momento y lleva sin éxito al museo de antiguedades cualquier cosa sospechosa de ser arqueológicamente interesante. Su situación cambia inesperadamente cuando le confunden con un famoso arqueólogo y tiene que realizar uno de los hallazgos más importantes de la historia.

Leyendo su trama y el nombre de su personaje, uno se da cuenta de que en este largometraje primaran las aventuras muy al estilo de Indiana Jones; aunque se le añadirá un bonito toque de romanticismo. Su sencillo guión debido a ser una película orientada a los pequeños de la casa no impide dejarnos con un buen sabor de boca. Se defienden una serie de valores, en especial el luchar por conseguir nuestros sueños. Otro aspecto a destacar es un ritmo muy bien logrado ritmo.

No obstante, su punto fuerte son sus personajes; desde un Tadeo Jones muy bien perfilado, hasta unos malvados que independientemente de no son malos por que si. Mención especial merecen los secundarios: el guía capaz de montar un mercadillo en cualquier parte y las divertidas peleas entre el perro y el loro.