Anoche vi Frida, de Julie Taymor (2002), y me pareció una pequeña basurilla. No es que sea una mala película en sí, porque no lo es. Tampoco es buena, sencillamente es decente. Tiene tanto momentos buenos –como la escena del accidente hasta que despierta, con las calaveras en los ojos, o ese pequeño viaje onírico mientras suena La llorona de Chavela Vargas- como momentos malos. Y malos, porque en mi opinión no hay nada peor que un fuego que no llega a arder. Hay películas sin pasión que no se les puede pedir más. Pero cuando una película tiene pasión, y se queda a medias, esa sensación de impotencia resulta mucho más desagradable que una sencilla escena fría. Y eso es lo que ocurre en toda la película. Se puede apreciar perfectamente en la escena del baile con Lila Downs, donde la fuerza no termina de sentirse. Se queda a medias. Se desperdicia. Porque Frida Kahlo es una mina, está llena de emociones y de matices, su vida es jugosa y difícil, pero en la película se sacrifica toda su grandeza cubriéndola con un tono de alegría constante que anestesia los sentidos. Un tono amigable, ni especialmente trágico ni especialmente vitalista, puesto que para mostrar la tremenda fuerza de voluntad y de vivir que tenía la autora, habría que mostrar también el tono trágico de su vida. En la película no parece que haya una sola secuela emocional del accidente que deja su cuerpo como una bolsa de cristales rotos. Porque su vida fue como sus cuadros. Una mezcla necesaria de sufrimiento constante y superación, de sobriedad y vitalismo, de oscuridad y de colores. Sí, la película retrata todos los motivos de sus cuadros, los por qués, los surgimientos. Puede verse a la autora pintando postrada en cama, y simulando el surrealismo realista de Frida, elabora pequeños teatros visuales fantásticos bien construidos. Pocos momentos cálidos. Y por eso digo que es una película mala. Porque no es mala ni buena, no está mal, pero debería ser muchísimo más. Te llena de gas, pero no tiene chispa. Porque retrata perfectamente la vida de Frida, pero no su alma. Está bien para quien prefiera verse una película a leerse el artículo de Frida Kahlo de la Wikipedia, pero para quien quiera saber quien era realmente, que se compre un libro con su obra.