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Spain Spain · Valencia
Carorpar rating:
7
Western Mysterious Will Lockhart delivers supplies to storekeeper Barbara Waggoman at Coronado, an isolated town in Apache country. Before long, he's tangled with Dave Waggoman, vicious son of autocratic rancher Alec and cousin of sweet Barbara. But he sticks around town, his presence a catalyst for changes in people's lives, searching for someone he doesn't know...who's been selling rifles to the Apaches.
Language of the review:
  • es
March 31, 2014
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Quinta colaboración entre Anthony Mann y James Stewart- sexta, si tenemos en cuenta la plañidero-patriótica "The Glenn Miller Story" (Música y lágrimas, 1954).
Ejemplo de que la entropía todo lo consume, "El hombre de Laramie" manifiesta una considerable bajada de tensión con respecto a los cuatro westerns anteriores del tan peculiar como fecundo tándem. Sobretodo porque se produce una reversión en el proceso de enturbiamiento del modélico Stewart. Si bien, igual que sucedía en "The Naked Spur" (Colorado Jim, 1953), es la venganza lo que mueve a su Will Lockhart, el anhelo de la misma resulta un tanto distraído, hasta el punto de que en determinados pasajes de la historia se nos olvida- y lo mismo parece suceder al propio protagonista- el porqué de su porfiada presencia en ese pueblucho perdido de la mano de Dios y de la Wells Fargo. Stewart vuelve, en definitiva, a ser el pobre buen hombre al que América adoraba, pese a los vanos intentos de su personaje por ocultar una identidad real que no se le escapa ni a un ciego- y no es juego de palabras.
Además, la dinastía de villanos carece del colmillo retorcido de, por ejemplo, un Robert Ryan. No son más que unos desgraciados devorados por sus bajas pasiones, las cuales, además, están delineadas algo toscamente, cosa rara teniendo en cuenta la sutileza que Mann había venido mostrando en cintas previas y, sobretodo, que el guión lleva la firma de Philip Yordan, responsable del libreto de esa joya que es "Johnny Guitar". Sólo Arthur Kennedy, buen secundario, alcanza a esbozar los matices exigibles a un personaje salido de ingenios tan dotados.
Pese al rebajamiento de las aristas psicológicas, "El hombre de Laramie" es una película francamente interesante. Uno de los primeros westerns rodados en Cinemascope, acompaña a su majestuosidad panorámica un exuberante technicolor. El feroz paisaje de Nuevo México es retratado con admirada reverencia, y vemos el contraluz de su horizonte crepuscular recorrido por las siluetas a caballo más bellas que recordarse pueda. Mann se nos revela, en fin, como un refinado esteta. Y eso sigue siendo algo muy digno de verse.
Carorpar
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