Pues la cosa no empezaba mal. Al principio piensas que estas en presencia de una historia atractiva que recuerda al mejor estilo de Sidney Lumet pero al poco rato se te va el subidón. Es entretenida, pero es el tipo de película que en mi caso la olvidas una vez vista, así que escribo ya la crítica.

Personajes mu chungos pululan por esta historia exceptuando a Diane Lane ‘pezones galvanizados’ y Thomas Jane ‘cabeza granito’ que son un matrimonio en pleno proceso de separación ambos más perdidos y desorientados que Henry Cavill haciendo de Superman. Y no solo están perdidos en sus interpretaciones, es que la situación de ambos esta impostada, no hay un proceso ni una relación creíble entre ambos.

Menos mal que tenemos al hermano de Carmen de Mairena, el señor Mickey Rourke que mantiene un personaje sucio y autodestructivo al igual que el camaleónico Joseph Gordon-Levitt. Estos dos juntos son más peligrosos e inestables que Zapatero y Rajoy de botellón en la Moncloa. Son de esos personajes que desde el principio sabes que están predestinados a autodestruirse y que ansias ver con agrado ese momento. También está la buenorra de Rosario Dawson haciendo de ninfómana retrasada y sin escrúpulos. Desgraciadamente, aquí no muestra su filetón rasurado como en el cagarro pretencioso de “Trance”.

Ritmo aceptable, acción de los más correcta pero con situaciones algo rebuscadas y la historia no está muy bien hilvanada. A pesar del reparto atractivo y del esfuerzo interpretativo de los villanos Rourke y Gordon-Levitt, “Killshot” no consigue embaucarte a puntuarla con más de un 5. Todo se reduce a un thriller del montón.