Click here to copy URL
Spain Spain · http://www.koult.es/ Castellón
Migue Muñoz rating:
5
Fantasy. Romance. Thriller Bella Swan (Kristen Stewart) has always been a little bit different, never caring about fitting in with the trendy girls at her Phoenix high school. When her mother remarries and sends Bella to live with her father in the rainy little town of Forks, Washington, she doesn’t expect much of anything to change. Then she meets the mysterious and dazzlingly beautiful Edward Cullen (Robert Pattinson), a boy unlike any she’s ever met. ... [+]
Language of the review:
  • es
December 6, 2008
32 of 43 users found this review helpful
Sin haber leído ninguna de las cuatro novelas de la saga millonaria de Stephenie Meyer, pero con la filia vampírica metida en vena, el que esto escribe tenía la curiosidad de poder empaparse de la fiebre romántica que se le presupone a esta primera adaptación cinematográfica que parece tomar el relevo de la ya casi finiquitada dinastía de Hogwarts y que podía hermanarse con la última sensación de la televisiva HBO, 'True Blood'.

Otro punto que tenía ganado de antemano la película era el fichaje de la norteamericana Catherine Hardwicke en la dirección. Uno se podía esperar una refrescante actualización del mito a ras de suelo teen ('Thirteen', 2003) o ya como mucho pedir, una molona revisitación al universo vampírico desde la estética surfer o skater ('Los Amos del Dogtown', 2005), pero Hardwicke parece haberse tomado esto como merecía ser tomado: desde el pastel y la desidia romántica.

Vampiros de la era youtube que lucen MP3, sudaderas con capucha e identidades virtuales ensimismadas en un fotolog (el prota: Edward Cullen, interpretado por Robert Pattinson -Cedric Diggory en las aventuras de Harry Potter- resulta ser tan guapo hasta decir basta) parecen discurrir por la trama (y en imagen aún se produce mayor efecto) con la misma pretensión que podía acaecer en un mocoso de mitad de los ochenta la serie televisiva germano-canadiense que adaptaba el clásico literario 'El pequeño vampiro'; o para una ama de casa de finales de los setenta la peca morbosa del Conde Drácula representado por George Hamilton en 'Amor al primer mordisco' (Stan Dragoti, 1979), es decir, despertar el morbo por el mito del no-muerto desde la cotidianeidad y la líbido latente de la hora de la sobremesa.

'Crepúsculo', la película, parece concienciada en pasar este primer trámite de presentación de personajes para en posteriores partes cinematográficas desarrollar el entramado. Uno puede sentirse a gusto en la primera hora, dónde los primerísimos planos y la pasión latente fluyen en el espectador como el bombeo sanguíneo de un púber, pero se acelera de mala manera en el tramo final cuando el irrisorio malvado de la función no resulta ser más que una eyaculación precoz de altas horas de la madrugada al que podían dar sopas con honda David de 'Jóvenes Ocultos' (Joel Schumacher, 1987) interpretado por Kiefer Sutherland, o el Doctor Philip K. Decker de 'Razas de Noche' (Clive Barker, 1989) pergeñado por David Cronenberg.

Son maneras de vivir, y 'Crepúsculo' parece desviarse hacia la pose emo de la hora del té de las cinco de la tarde con una revisión del mito vampírico a medio camino entre el James Dean de Rebelde (más) sin causa (que nunca) y Clark Kent.

Eso sí, no pienso perderme ninguna de las siguientes adaptaciones. Como una amable dama inglesa compartiendo las galletitas de mantequilla con las vecinas, hasta igual me da y me atrevo con las novelas.

Serán cosas de la edad o del tedio propagado en la era de la crisis de ideas.
Migue Muñoz
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow