La película que consagró a Steven Spielberg y a Roy Scheider.
Una de las películas por las cuales siempre admiraré a Spielberg por el hecho de tener que llevar la dificil empresa de dirigir una superproducción basada en la novela de Peter Bentchley.

Y en un principio el papel del jefe de policía de Amity lo iba a interpretar Charlton Heston, pero finalmente fue Roy Scheider porque dificilmente no me hubiera imaginado a Heston haciéndo un papel de un hombre de cuidad, que sufre de hidrofobía, inseguro de si mismo y sin caracter para afrontar una situación similar a la que se muestra en la película.

A ese gran actor que fue Scheider le dedico en su memoria ésta critica no por el hecho de haber matado en la ficción a una mala bestia como era el tiburón blanco, sino por que luchó y con valentía, a un enemigo mucho peor que al que se enfrentó en los últimos días de su vida, que fue su enfermedad.

¿Qué más puedo añadir aparte de que este título es un clásico? que sin duda es para mi una de las mejores películas que se ha hecho sobre la agresión animal desde "LOS PAJAROS" (1963) de Alfred Hicthcock por la cual no se realizó ninguna otra película de terror desde entonces con ésta temática, y contribuyó con ello a romper ese largo parentesis que había desde entonces.

Pero sin duda todo el peso y la solidez de la película estaba en el guión escrito por el propio autor en colaboración con Carl Gottlieb, John Milius, Howard Sackler y Robert Shaw estos tres últimos sin acreditar.

Y tanto la dirección como la música del gran John Williams son virtudes que también cabe destacar de ésta película, que obtuvo un gran éxito de critica y público, rompiendo con la tendencia que Hollywood estaba poniendo de moda con el cine de catástrofes en aquella década, tanto es así que incluso se hizo secuelas.