Y no digo pésima porque podría ser peor, pero tampoco mucho. La animación está muy bien, por supuesto, no cabría esperar menos, pero lo demás es un compendio de todos los puñeteros clichés existentes en la historia del mal cine. Apenas acaba de comenzar y ya sabes lo que te va a ofrecer (y sobre todo lo que no te va a ofrecer). Ya sé que es una película para niños, pero hay muchas formas de hacerlas (vease Shrek, Los Increíbles, etc...). Las bromas son pésimas y sólo cabe medio-recrearse en la faceta visual de las mismas y del film en general.

Entre lo rescatable queda el animalillo que intercaladamente aparece intentando conseguir su bellota. Estas secuencias revelan lo que de verdad les gusta a los creadores de este producto: hacer humor visual. Nada más. Por eso este animalillo nunca dice nada; y es lo mejor que podía hacer ya que cuando alguno de sus compañeros animales dice algo suele ser una solemne tontería o algo que ya hemos visto y oido miles de veces.

Salvo que tengan hijos que contentar huyan de ella, es una pérdida de tiempo.