Deliciosa. Es el adjetivo que mejor definde una de las sorpresas de la temporada de nuestro cine patrio. Rodada con un sentido clásico del humor, repleta de números musicales suaves y nada molestos y con unas interpretaciones absolutamente prodigiosas, Una hora más en Canarias es de lo mejor que se ha rodado en nuestro país últimamente.
No adolece de ningún defecto importante y tiene tantísimas virtudes que perdérsela es sin duda un desatino.
Angie Cepeda está sobresaliente en un papel muy al estilo del de Julia Roberts en La boda de mi mejor amigo y Quim Gutiérrez es el descubrimiento mayor de la cinta. Imposible no caer rendidamente enamorado a sus pies cuando pone esos ojillos de cordero degollado.
Tiene momentos más que divertidos, que suele protagonizar Miren Ibarguren, una crack del humor que despunta y roba planos.
Lo mejor: De principio a fin, toda ella.
Lo peor: La escasa repercusión de una comedia clásica en el mejor sentido de los posibles.
El vuelo enamorado de la hermana, muy a lo Woody Allen, perfecto.