¡Por fin!, una comedia divertida, cargada de emociones diversas y nada comercial.

Comedia agradable y entrañable que no me ha dejado en absoluto indiferente. Lars es un personaje atípico y tanto él como el comportamiento de su entorno hace despertar emociones diversas a lo largo de toda la película.

Hay situaciones realmente cómicas y atípicas así como también hay cabida para mensajes de cariño y complicidad. El afecto se manifiesta por todos los rincones, se muestra tanta sensiblidad y empatia hasta el punto de enternecer a cualquiera que haya conectado con el protagonista.

Es una película con un argumento verdaderamente original, diferente; tiene una evolución coherente y un ritmo adecuado. La he disfrutado de principio a fin. Lars borda su papel.
Olvidemos por un rato si es creíble o no (a mi me lo parece, aunque habría que ver qué hubiera pasado en una gran ciudad...). Disfrútala y punto.

Sin intención de exceder vuestras expectativas, recomiendo esta película. Es un ejemplo más de que lo importante en la vida no es lo que te sucede en sí, si no de cómo lo vives. Y que, por supuesto, querer y sentirse querido es esencial para vivir feliz. Una vez más, el amor no tiene fronteras.

Simplemente, déjate llevar.