Bastante pasable, no como otros bodrios españoles que entran dentro de los cánones de belleza y de lo políticamente correcto.

Trata de un colegio de niños marginales donde básicamente hablan y se comportan como lo que son, niños marginales.
Quizá hay gente que ha llevado a sus hijos al cine, esperándose otra cosa y su niño ha salido del cine y directamente le ha pegado una puñalada con el cuchillo del jamón a su padre, después de ver esto.

Y los padres disgustados, supongo que son los mismos que ponen crítica baja.

Pero es parte del encanto, si la película hubiera sido más políticamente correcta, a mi me hubiera parecido un cagarro.

Hay varios personajes secundarios que hacen su papel debidamente y Carmen Machi, clavándola.
Pues son estos los papeles que la favorecen.