12 de marzo de 2023 Sé el primero en valorar esta crítica
Lo único salvable es la genuina demostración del absurdo arte moderno... donde "Un bote vacío, situado sobre una alfombra enrollada se nos ofrece como la culminación de la expresión entre la vacuidad y una necesidad intrínseca, para personalizar elementos de coordinación inexplorada" ¿A que ha resultado chuli?

Pues exactamente igual es esta película donde aparecen en una sala de arte, pequeños montones de gravilla en el suelo a modo de montañitas... Lo que nos cuenta tiene un recorrido maravilloso para esas mentes de profunda intelectualidad, adoradoras del infinito despropósito.

No la entiendo, y espero no comprenderla... aunque no creo que vuelva a enfrentarme a ella.

Es como una pequeña muestra de colchas de ganchillo.