De las mejores películas proyectadas en la pasada Seminci fue esta producción palestina que nos cuenta una infidelidad conyugal entre un Palestino y una israelí en un clima político tenso y peligroso entre los dos países. 

Saleem todos los días hace entregas al café que Sarah posee. Se reúnen algunas noches para tener sexo en su camioneta, pero una noche que tiene que repartir unos paquetes en Belen se la lleva a tomar una copa, en el bar uno de los clientes le ve un collar con su nombre en hebreo lo que hace que salte la chispa y se produzca una pelea. Los palestinos le detienen porque piensan que se dedica a pasar prostitutas, pero los israelís se enteran y creen que esta reclutando a una espía... Por si fuera poco el marido de Sarah es un coronel del ejercito israelí.

Lo que podría parecer una situación personal nada rara, se empieza a complicar por el tema político tan complejo que viven en la zona donde las personas nacen y se crían para odiarse.

También tienen mucha intensidad las excelentes actuaciones de Sivane Kretchner y Adeeb Safadi. 

Todo un drama fascinante del director palestino Muayad Alayan que convierte lo que parece una historia sencilla en una película apasionante. 
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