Toda una sorpresa este thriller carcelario dirigido con muy buen ritmo y pulso por el actor y director italiano Andrea Di Estefano, siendo esta su segunda película que realiza después de "Escobar paraíso perdido" con Benicio del Toro.

El guión es una adaptación de "Three Seconds", una novela sueca de 2009 de Börge Hellström y Anders Roslund que desafiando las expectativas ya que la historia la hemos visto  infinidad de veces, pero resulta una película muy efectiva y a la vez entretenida con algunos giros bastante buenos que nos llevaran a una interesante resolución.

Está protagonizada por Joel Kinnaman (Robocop, Easy money) como Pete Koslow. Un ex militar y ex convicto que trabaja infiltrado para el FBI. Bajo la protección de Wilcox (Rosamund Pike) y Montgomery (Clive Owen). Tiene asignada la tarea de informar de la mafia polaca en la ciudad de Nueva York, hasta que un negocio simple de drogas sale mal muriendo un policía y quedando expuesto como topo. Como resultado Koslov recibe un ultimátum de muerte para él y su familia si no procede a realizar un encargo volviendo a prisión. El acepta ir a la cárcel nuevamente, ya que el FBI le promete mantenerlo a salvo. Una vez más, las cosas no salen según lo planeado.

La película va creciendo con un tono sofocante, viendo que no cuenta con ninguna ayuda y que tendrá que luchar el solo para conseguir sobrevivir. Todo el peso recae en el protagonista Joel Kinnaman que realiza una soberbia interpretación, un actor sueco visto en muchas películas que no consigue despegar del todo. Su mujer esta interpretada por Ana de Armas, que nos hubiera gustado verla más ya que es un papel pequeño. También está el rapero Common, la simpática Rosamund Pike y Clive Owen.

Los exteriores están rodados en Filadelfia y Nueva York, mientras que las escenas de la cárcel fueron filmadas en una prisión abandonada en Gloucester, Reino Unido.

En España no ha contado con estreno en Cine, sino que se puede ver en plataformas de Tv como Movistar
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