Poco o nada de interés despierta ya esta saga repitiendo la misma formula de sus dos películas predecesoras, sustos repentinos y continuos después de esos silencios prolongados, algo que parece gustar a este publico juvenil tan ferviente de este universo.

Esta es la séptima película de "The Conjuring" y la tercera de "Annabel", aunque esta tercera parte es continuación directa de la primera y esta dedicada a la verdadera Lorraine Warren fallecida este mismo año.

En el film aparecen todos los objetos de el Warren Occult Museum que son: la armadura samurai, el brazalete de luto, el mono con el platillo, las monedas de peaje Ferryman, el vestido nupcial, la televisión que ve el futuro, la máquina de escribir, el piano, máscaras variadas, el libro Black Shuck , Rooster Weather Vane, la caja Rory y por supuesto la muñeca  Annabelle.

El guion es bastante simple nos cuenta como mientras los Warren se van de viaje, su hija y la canguro se quedan en solas en casa, pero acude una amiga de la niñera que con mucha curiosidad entrara en la habitación y abrirá la vitrina donde se encuentra la muñeca, provocando que los espíritus comiencen a verse por la casa junto a la espeluznante muñeca. La hija pequeña Judy  es (McKenna Grace), su niñera, Mary Ellen (Madison Iseman) y la amiga de esta última, Daniela (Katie Sarife).

Como dicen en la película la pareja Warren (Vera Farmiga y Patrick Wilson) que aparecen brevemente al principio y final de la cinta."la muñeca no esta poseída, sino que es solamente un conductor que atrae a los espíritus", así que aparte de algunos fantasmas tenderemos un demonio con cuernos y una especie de hombre lobo que aterroriza en el exterior a un chaval que le gusta a la niñera. Se ha echado en falta que apareciera la siniestra "Monja"o a "La llorona".

Esta vez detrás de la cámara se pone Gary Dauberman que es guionista de las tres anabelles, La Monja y de las dos "IT", la segunda de próximo estreno.

El juego para predecir el momento preciso en que aparecerá el susto en cada escena es la norma general, perdiendo así la tensión o el horror de vivir una situación espeluznante que consiguiera hacer pasar un miedo real al espectador.  Tampoco podemos sentirnos engañados ya que nos da lo que realmente promete ofrecernos, también valorar la puesta en escena, decorados y ambientación para crear el suspense requerido. Quitando eso queda una película totalmente vacía.
Destino Arrakis.com